LA NECESIDAD DE SER SINCERO EN LAS ORACIONES


LA IDEA DE LA ORACIÓN




 Los evangelios hacen tantas referencias a la oración, que conviene reunir unas cuantas para procurarse una idea de lo que Cristo ensenaba acerca de su significado y de las condiciones que son necesarias para recibir una respuesta. La oración se dirige hacia algo que esta por encima del hombre, algo que se encuentra en un nivel superior a uno mismo. Ya hemos visto que, según se les emplea en los Evangelios, el lenguaje de las parábolas transmite un sentido desde un nivel superior a uno inferior. La oración es la transmisión de un significado de un nivel inferior a uno superior. El primer caso es la comunicación del cielo a la Tierra; el segundo es de esta a aquel. Ya que hemos visto lo difícil que es el que lo superior se comunique con lo inferior, no deberá sorprendemos el hallar una dificultad similar para que esto se comunique con aquello. Y es que no hay contacto entre los dos niveles.
Volvamos a recordar que la concepción central del hombre en los Evangelios es que se trata de un producto incompleto, de un producto no acabado, pero capaz de alcanzar un nivel superior por medio de una evolución precisa que tiene que comenzar por sus propios esfuerzos; y recordemos también una vez mas que toda la enseñanza que los Evangelios
contienen se refiere a lo que es preciso hacer a fin de realizar esta evolución. Vistos a esta luz, los Evangelios no vienen a ser sino una serie de instrucciones concernientes a un desarrollo psicológico preciso y preestablecido del cual el hombre es capaz; y si el hombre comienza la tarea de cumplirlo, estas instrucciones le abrirán los ojos y le permitirán ver en que dirección yace todo su sentido completo. También volvamos a recordar que la obtención de este nivel superior del hombre se llama cielo o el reino de los cielos, y que a despertado, como un experimento incompleto, y recibe el nombre de Tierra. Estos son los dos niveles, el superior y el inferior, y entre ambos hay grandes diferencias, tan grandes como las distinciones que existen entre ue este reino esta en el hombre mismo y que es una posibilidad latente de su propia evolución interior, o del renacimiento de si mismo; y que el hombre, al nivel en que se encuentra, es como una criatura que no ha dado semilla y una flor. Así ocurre que la comunicación entre ambos niveles es difícil. La misión de Cristo fue la de tender un puente, la de conectar y establecer en si mismo una correspondencia entre estos dos niveles, el divino y el humano; y de esto hablaremos en otro lugar. Por ahora podemos decir que a menos que este contacto sea establecido por unos cuantos hombres a intervalos, fracasaría toda comunicación con lo superior, y el hombre quedaría sin la menor idea o enseñanza que lo pueda elevar; o sea que quedaría a merced de sus instintos, de sus propios intereses, de su violencia y de sus apetitos animales. De este modo permanecería huérfano de cualquier influencia que le pueda elevar por encima de -una condición de barbarie.



LA NECESIDAD DE LA PERSISTENCIA EN LA ORACIÓN 

En vista de las dificultades que hay para establecer comunicacion entre los niveles inferior ysuperior podemos comprender que el contacto directo con Dios no es cosa tan facil como creen algunas personas religiosas. Estas a menudo piensan que pueden tomar  nivel superior, o sea con Dios, permaneciendo lo que son. No advierten que para lograr este vinculo tienen que cambiar de manera de ser, tienen que ser diferentes.
Ahora veamos algunas de las observaciones acerca de la oracion que hacen los Evangelios, y que se refieren a la idea de la necesidad de ser persistente. Uno de los discipulos le pregunta a Cristo como debe rezar. Le dice: "Senor, ensenanos a orar, como tambien Juan enseno a sus discipulos". (A proposito de esto, no hay nada que indique como Juan el Bautista ensenaba a orar.) Y Cristo responde:
"Cuando oréis, decid: «Padre nuestro que estás en los cielos, sea tu nombre santificado.
Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la Tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, más líbranos del malo»." (Luc. XI, 2-

Observemos como continua Cristo:
Díjoles también: «.¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche y le dirá: amigo, préstame tres panes. Porque un amigo ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle delante; y él dentro, respondiendo dijere: no me seas molesto, la puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme y darte? Os digo que aunque no se levante a darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que habrá menester»." (Luc. XI, 5-8.)
Cristo da enfasis especial a la idea de que la persistencia es algo necesario. Y como ilustracion utiliza algo que parece sugerir que las plegarias van dirigidas a alguien que las escucha; pero que no quiere ser molestado, y a quien se le obliga a hacer algo tan solo si se persiste en la demanda; y cierto tambien subraya que solo mediante una petitoria desvergonzada es que se puede obtener una respuesta. La palabra "importunidad" significa, al traducirla literalmente, una desvergonzada impudicia. La misma idea, la idea de que la oracion no es algo que obtenga una pronta respuesta, se expresa en otro pasaje:
"Y propúsoles también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar, diciendo: «Había un juez en una ciudad el cual ni temía a Dios ni respetaba al hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: hazme justicia de mi adversario. Pero él no quiso por algún tiempo; mas después de esto dijo dentro de si: aunque ni temo a Dios ni tengo respeto al hombre, todavía porque esta viuda me es molesta, le haré justicia,, porque al fin no venga y me muela»." (Luc. XVIII, 1-5.) Se traza un paralelo entre la viuda que pide justicia a un juez que se decide a obrar unicamente porque se ve obligado a ello, a fin de evitarse mayores molestias, y el hombre que eleva sus oraciones a Dios. Todo esto quiere decir que las preces no tienen una facil respuesta.
Existen barreras. No se obtiene ayuda con facilidad. En muchas partes de su ensenanza Cristo dice a sus discipulos que oren de continuo, pero en ninguna les dice que las preces tienen una facil y pronta respuesta. No es cosa simple obtener respuesta desde un nivel superior a los pedidos que provienen de uno inferior. Tan solo la persistencia y la intensidad pueden hacer que un nivel superior responda. El obstaculo se representa como algo similar a conseguir que un hombre ya acostado se levante a atendernos, o que un juez mundano haga justicia a una viuda. Cristo enseño que en relacion a las oraciones y a la obtencion de ayuda por medio de ellas, la situacion es mas o menos la misma que en los asuntos del mundo, cuando un hombre pide una ayuda que los demas no quieren proporcionarle. Pero en el caso de las plegarias no se trata de renuencia, sino de una dificultad inherente a la naturaleza misma de las cosas. Lo inferior no tiene ningun contacto con lo superior. Hay que comprender este punto muy claramente: lo inferior no tiene ningun vinculo directo con lo superior. Dios y el hombre no se encuentran al mismo nivel. Toda la concepcion del aspecto invisible del universo, o del mundo espiritual, que implica la ensenanza de los Evangelios, es que existen niveles superiores e inferiores, que estos niveles son distintos los unos a los otros y que todo se halla arreglado en un orden de lo que esta arriba y de lo que esta abajo, o sea, arreglado en un orden de niveles. Lo de abajo no tiene relacion con lo de arriba, asi como el piso bajo de una casa no esta en contacto con el piso alto. A fin de poder llegar a lo que esta arriba es necesario pasar por muchas dificultades en el camino. Y esto es lo que causa que a uno le parezca que hubiera renuencia de parte de lo superior para contestar a lo inferior. Pero no es que la haya; las cosas asi parecenle a la mente humana y asi las ilustra Cristo en los terminos que emplea en las comparaciones ya mencionadas, aquellas que denotan la necesidad de hacer grandes esfuerzos a fin de poder obtener una respuesta a las oraciones. Pareceria que el hombre que reza honestamente, el hombre que reza con sinceridad, tuviese que lanzar algo a cierta altura, por medio de la intensidad de su proposito, antes que pueda esperar que alguien le escuche o antes de obtener una respuesta; y fracasando en su intento, fracasando en su esfuerzo para hacer el pedido correctamente, frustrado en su empeno para lanzar aquello a una altura adecuada, llegase a pensar que esta orando en vano y rezando a quien no quiere responderle.
Asi, el hombre se siente descorazonado. Pero debe seguir insistiendo. La oracion del hombre, su proposito, su pedido, tienen que ser algo en lo que habra que persistir; tiene que seguir pidiendo aun cuando no obtenga respuesta. Tiene que ser un desvergonzado. Como lo dice Cristo: "Es necesario orar siempre y no desmayar". En el original, esta expresion "no desmayar" significa "no portarse mal". El hombre tiene que orar continuamente y no portarse mal con relacion a todas las dificultades que hay en la oracion.


LA NECESIDAD DE SER SINCERO EN LAS ORACIONES

Cristo a veces habla sobre la actitud del hombre que reza. Es inútil rezar con una actitud errada, de modo que el hombre tiene que hurgar en si mismo y advertir desde donde esta elevando sus oraciones, porque no habrá comunicación alguna con un nivel superior por medio de lo que en el es insincero y falso. Únicamente aquello que es sincero, aquello que es genuino puede tocar un nivel superior. Por ejemplo, cualquier muestra de vanidad, presunción o arrogancia detiene de manera inmediata toda comunicación con los niveles superiores. Por este motivo es por el que tanto se habla acerca de la purificación de las emociones en los Evangelios, ya que la mayor impureza en el hombre, y aquella que mas directamente se destaca en las parábolas y dichos de Cristo, proviene de los sentimientos de propia justicia, de merito particular, de valor propio, de superioridad, etc. Esto se muestra en la parábola dirigida a "unos que confiaban en si como justos  menospreciaban a otros". "Dos hombres subieron al templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano. El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: «Dios, te doy gracias que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo». Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho diciendo: «Dios, sé propicio a mí, pecador». Os digo que éste descendió a su casa justificado, antes que el otro; porque cualquiera que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado" (Luc. XVIII, 10-14.)
Para orar, para tomar contacto con un nivel superior, el hombre tiene que saber y sentir que es nada en comparacion con aquello que esta sobre el. Pero debe verlo sinceramente y no solo percibirlo como si al mirar las estrellas se diese cuenta de cuan pequena es la Tierra. Esto ultimo es sentirse pequeno en cuanto a una magnitud fisica, y el hombre lo que tiene que hacer es sentirse pequeno en cuanto a una magnitud psicologica. A menos que el hombre sienta que es nada, todas sus oraciones seran inutiles en un aspecto practico, de la misma manera en que es inutil un fosforo humedo. El hombre es puro en su vida emocional en proporcion a sus sentimientos de nadidad, de su propia ignorancia y de su desamparo. Cristo expresa con exactitud la misma idea cuando habla de las cosas que uno hace de si mismo, y no movido por la propia vanidad:
"Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su pago. Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu-Padre que ve en secreto te recompensará." (Mat. VI, 5-6.)
"Entrar en la camara y cerrar la puerta" significa ir hacia. la casa de si mismo, a la habitacion mas intima, y cerrando las puertas a todo lo externo, rezar desde aquel ser interno que no es el siervo del publico o un mito social inventado por el medio ambiente, o un buscador de recompensas y de tributos y elogios externos. Es ir mas alla de cualquier conexion con la vanidad y con la presuncion. Unicamente el hombre interior del individuo es quien puede obtener respuesta a las oraciones y comunicarse con un nivel superior. El aspecto externo y mundano del hombre, el hombre presumido, no puede orar.
Todas estas instrucciones y muchas similares se refieren a la manera de transmitir un mensaje a un nivel superior. 'Son instrucciones practicas acerca de los métodos de transmisión de telepatía, que solo devienen posibles por medio de las emociones reales.
Solamente estas, las emociones genuinas, tienen posibilidad de hacer la comunicación; solo las emociones verdaderas son telepáticas. Las emociones falsas, aquellas basadas en la vanidad o en la presunción, no pueden transmitir nada. Para obtener respuesta a las oraciones, estas tienen que ser de cierta calidad. Tienen que llenar ciertos requisitos y uno de ellos es que deben originarse en un sentimiento absolutamente puro y genuino, porque de otro modo no llegaran a su destino. De suerte que el hombre tiene que purificarse liberándose de si mismo en su vida emocional, o sea que tiene que desarrollarse emocionalmente. Tiene que comenzar a amar a su prójimo. Esta es la primera etapa del desarrollo emocional que Cristo enseno. !Y cuan difícil es! Cuan difícil es comportarse conscientemente con los demás, aun con aquellos a quienes uno cree que ya ama. .Puedes decir que amas mas allá de vuestro amor propio? Solo las emociones que están por encima del amor propio y de las particulares emociones pueden comunicar con algo que sea en verdad mas que uno mismo. Después de todo, es solamente lógico que encaremos la siguiente pregunta: .como podrá una emoción centrada en el amor propio vincularse con otras gentes? Solo pueden comunicarse con uno mismo. De suerte que ya puedes apreciar la razón por la que se insiste en "amar al prójimo".

LA RESPUESTA A LAS ORACIONES


Refiriéndose a la oración, Cristo dice: "Pedid y se os dará". Pero el hombre debe saber lo que significa pedir. La plegaria es el medio de obtener una respuesta desde un nivel superior del universo, de manera que sus influencias desciendan y penetren momentáneamente lo que es un nivel inferior. Consideremos, pues, lo que significa pedir. Visto con corrección, el universo es la respuesta a una súplica. El hombre de ciencia trabaja confiadamente creyendo que obtendrá una respuesta del universo físico como resultado de sus experimentos, de sus teorías y de sus esfuerzos, los que constituyen la suma de la súplica. Esto es orar en una forma. Esta oración obtiene una respuesta si acierta con el medio adecuado de pedir. Lo que significa que la suplica ha sido formulada bien. Pero dar con una forma adecuada de suplicar algo que requiere tiempo, trabajo y esfuerzo, y no solamente una "impúdica desvergüenza", sino que también lleva el sentimiento de certeza en lo desconocido, o sea fe. Por ejemplo, mediante sus persistentes ruegos, el hombre de ciencia ha descubierto y ha establecido comunicación entre la vida humana y las fuerzas de la electricidad, de la electromagnética, fuerzas que corresponden a otro mundo, a un inframundo, al orbe de los electrones. Esta es una respuesta a sus suplicas. En cierto sentido, constituye una comunicación con otro mundo.
En la actualidad podemos percibir que estamos viviendo en un universo hecho a medida, algo que es sumamente complejo y que yace mas allá de nuestra comprensión; pero nos hallamos seguros que reaccionara a nuestros esfuerzos. Tal es, en verdad, nuestra actitud hacia el universo y es algo acerca de lo cual no abrigamos dudas. Estamos seguros que si tratamos la manera de como hacer algo comenzaremos también a recibir los resultados. Al preparar la comida obtenemos una respuesta que corresponde exactamente a la forma como hacemos este determinado ruego. Si los resultados que alcanzamos no son lo que esperamos, estamos recibiendo una replica inadecuada; pero inadecuada no porque el universo este en un error o en una falla, sino porque la manera como hemos hecho la suplica, nuestra formulación, ha sido errada. Como no sabemos como pedir correctamente, tenemos que aprender a cocinar mejor, o sea que debemos enseñarnos a pedir de una manera mejor. Pedir es suplicar. Si no viviésemos en un universo visible e invisible, en un universo que responde al bien pedir (cualquiera que sea la naturaleza de la respuesta, ya sea buena, ya sea mala) ni el hombre de ciencia ni el hombre en demanda de ayuda interior podrían obtener una solución. Sin embargo, no siempre es fácil lograr esta. Es preciso llenar determinados requisitos. Con respecto a las oraciones en su calidad de suplica o de pedido, es menester que no sean mecánicas ni una simple repetición, o al pensar que la "mucha parleria" dará resultados; no es la cantidad sino la calidad de las oraciones lo verdaderamente importante. La mera repetición de palabras no da ningún resultado. Cristo dijo:
"Y orando, no seáis prolijos" ^ (no uses repeticiones vanas). Y como ya lo hemos visto, es necesario insistir en la oración. El hombre tiene que poseer cierta idea de lo que esta pidiendo, y tiene que persistir en su suplica y creer que le sera posible obtener resultados. Así como el hombre de ciencia utiliza un particular modo de oración dirigida al universo natural, eleva su ruego una vez que ha captado la idea de que puede descubrir algo y la siente como una posibilidad; y una vez y otra modifica su suplica por medio de la corrección en los errores que comete en su experimento; emplea todo su ingenio hasta obtener una solución adecuada y que corresponda a su ruego. Igualmente, el hombre que ora al universo espiritual tiene que poseer la misma fe, la misma paciencia, la misma inteligencia y poder de inventiva. El hombre tiene que trabajar y esforzarse en inventar con respecto a su propio desarrollo interior, de similar manera a la que un hombre de ciencia hace otro tanto para lograr un resultado o un descubrimiento. El hombre de ciencia obtendrá una respuesta si las cosas están bien con relación a su suplica; asimismo, el hombre que reza obtendrá una respuesta si su ruego es el que le corresponde hacer correctamente. Pero tiene que conocerse a si mismo y comprender que es lo que esta pidiendo. Pedir algo imposible, solicitar lo que solo nos ha de provocar daño, es pedir incorrectamente.

LA SUPLICA EN LAS ORACIONES


El deseo personal queda aparentemente descartado. Pero como todo que es lo que vamos a pedir en nuestras plegarias? En la oración que Cristo formulo para sus discípulos cuando ellos le preguntaron como debían rezar, todo to se dice en los Evangelios, esta oración trata acerca de la manera como alcanzar un nivel superior en la posible evolución del hombre; a esta evolución se le llama el reino de los cielos, y esta oración tiene una cualidad que no es de este mundo; no debe extrañamos que así sea. Sin embargo, si tomamos en cuenta el objetivo que persigue, nada puede ser mas personal. El Padre Nuestro trata acerca de la evolución de uno mismo. La primera frase marca el nivel superior: "Padre, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino". O sea que es un pedido para establecer una comunicacion entre lo superior y lo inferior. Se pide una conexion entre el cielo y la Tierra. Esta es la primera suplica; y es necesario entender que esto denota alcanzar cierto estado emocional preciso a fin de que estas palabras puedan pronunciarse con alguna intensidad de significado. En otras versiones se dice: "Padre Nuestro que estas en los cielos". Un hombre puede demorar un minuto, una hora o toda una vida antes de alcanzar la percepcion emocional del significado que tienen estas palabras, las que hay que pronunciar conscientemente. Luego viene la suplica por el pan de cada dia, y este pan no significa el pan al pie de la letra sino una cosa transustancial. Se ignora el significado de la palabra original, pero no cabe duda que su intencion es "espiritual"; se solicita pan o alimento espiritual que nutra la comprension del hombre en su lucha por alcanzar un nivel superior. Despues viene el pedido de ser perdonado asi como perdonamos a los otros; y esto significa que para poder alcanzar un nivel superior es absolutamente necesario cancelar, ante todo, las deudas ajenas que llevamos asentadas en aquel libro de cuentas que existe en nuestra memoria, imaginando lo que el projimo nos debe con su conducta hacia nosotros, su falta de consideracion, etc. El no perdonar a nuestros deudores es mantenerse sujeto y encadenado a la "tierra". Nos aprisionamos a nosotros mismos, nos mantenemos ahi donde estamos si es que no podemos cancelar nuestras deudas; y asi como perdonamos a quienes nos adeudan, asi seremos perdonados por los muchos errores y fracasos suscitados en el crecimiento de nuestra comprension, o sea en nuestra evolucion. Luego viene el extrano pedido de no caer en tentacion. Pero es preciso darse cuenta de que ningun hombre puede realizar un desarrollo interior sin ella, y que la naturaleza
de esta clase de tentación es muy distinta a lo que las gentes por lo general consideran que es, al asociarla con la carne y las debilidades provocadas por esta. Por ejemplo, siempre estamos sujetos a la tentación de los malos entendidos, de la errada comprensión. Cuando el hombre se coloca en el sendero del desarrollo interior indicado en los Evangelios, se ve tentado por toda suerte de dudas y falta de creencia; debe pasar por las mas extraordinarias dificultades de comprensión interior. Sus poderes de razonamiento humano le fallan por completo porque tal razonamiento esta basado en la evidencia que proporcionan los sentidos; únicamente la fe, la certeza de que hay algo, únicamente la convicción de que el camino en que se encuentra conduce a alguna parte; en breves palabras, solo su fe puede auxiliarle. Pues fe quiere decir no solo certeza de que existe algo que yace mas allá de las pruebas de los sentidos, sino que es también una convicción de las posibilidades latentes aun antes que uno las haya realizado; de esta suerte. Cristo expresa en una parte: "Y todo cuanto pides creyendo, tened fe que lo habrá recibido y lo tendrás".
Acá es preciso tomar nota de que hay que tener algo antes de poder recibirlo; es preciso obrar como si se tuviera ya aquello que aun no se posee, y así se recibir. Esto parece sumamente raro. Pero todo cuanto tiene relación con el establecimiento de un contacto con un nivel superior, y todas las instrucciones acerca de la naturaleza del esfuerzo que hay que hacer, parecen siempre raras. Consideremos: . no pensaría una semilla que las instrucciones para llegar a ser una flor son cosa rara? Pasar desde un nivel aun al comienzo de otro nivel, es pasar por medio de tentaciones muy difíciles de las que no tiene la menor idea quienquiera que se sienta satisfecho de si mismo. Pero la llave para la comprensión del Padre Nuestro yace en la primera frase. Es una oración que esta destinada a llegar a un nivel superior: "Venga a nosotros tu reino". O sea, déjame entrar en tu reino; que la voluntad del cielo, la voluntad de un nivel superior, se haga en mi como tierra. Y la suplica, aquella de no ser tentado en exceso, mas allá de las propias fuerzas, se refiere a ese empeño de seguir adelante, pues muchos son los obstáculos que hay en el camino. Y como se han representado los hechos en el Antiguo Testamento, Dios lucha contra el hombre y trata de subyugarlo y aun de destruirlo. Esta es la forma como se expresa la lucha individual para elevarse por encima del propio nivel y alcanzar uno superior. Parece que aquello mismo a que uno eleva sus suplicas se convirtiese en un enemigo, un ser que continuamente se opone a cada paso que uno da. Pero si recordamos que alcanzar un nivel superior significa la transformación de uno mismo, el renacimiento de uno mismo, entonces la idea se hace bastante clara. Tal cual es, el hombre no puede llegar a un nivel superior. No puede acercarse a Dios tal cual es. El nivel superior tendrá que oponerse en tanto permanezca siendo la misma clase de hombre.
Ahora bien; todas estas suplicas son tocante a como llegar a otro estado, a otra condición. El Padre Nuestro trata íntegramente acerca de una finalidad. No trata acerca de cosas de la vida. En pocas palabras demuestra, aparte de lo dicho en las parábolas y aun en la enseñanza sobre las mismas cosas, que el significado esencial de la oración debe ser tocante a esto; y que esto es en lo que tiene el hombre que pensar primordial mente cuando ora, y suplicarlo mas que cualquier otra cosa, suplicar lo que es necesario para alcanzar el objetivo. Porque este es el objetivo supremo. Cristo lo definió diciendo: "Buscad primero el reino de Dios...", o sea el nivel mas elevado que le es posible alcanzar al hombre. Tal es lo que el hombre tiene que pedir verdadera su suplica, con este objetivo supremo. Pues este es el significado supremo del hombre, y le conduce al nivel mas elevado a que le es posible llegar. deramente en sus plegarias. Y desde que tal es el objetivo supremo de toda oracion, el hombre deberia vincular cualquier objetivo inferior que Continuara la segunda parte no se lo pude perder si de verdad es un buscador de la verdadera conciencia superior


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