Estudio de los grados de la consciencia. El recuerdo de sí y la observación de si.

La posibilidad del ulterior desarrollo del hombre. 
La ausencia de la consciencia. 
Lacognición de la verdad. 
Estudio de los grados de la consciencia. 
El recuerdo de sí y la observación de si. 
La imposibilidad de definir qué es el recuerdo de sí. 
El recuerdo de sí como método de despertar. Aproximación al recuerdo de si a través del centro intelectual.
Reconstruir los pensamientos. 
Detener los pensamientos como método de aportar el recuerdo de sí. 
Recordarse en los momentos emocionales. 
La ignorancia y la debilidad. 
Laidentificación y la lucha con ésta. 
La consideración externa e interna. 
Las emociones negativas. 
El lugar tranquilo en uno mismo.



Sería bueno si, de vez en cuando, tratasen de resumir mentalmente lo que oyeron hasta ahora; porque, luego de un tiempo de asistir a las pláticas y charlas, uno empieza a olvidar la cronología de las ideas, y es importante recordar el orden en que éstas se recibieron.
De todo lo que oyeron, la idea más importante es que, con cierto conocimiento y ciertos esfuerzos, el hombre puede desarrollarse, puede completarse. El desarrollo del hombre, si es un proceso (que no es obligatorio), atraviesa ciertas etapas o pasos definidos. Si retoman al comienzo, recordarán lo que dije sobre la ausencia de consciencia en el hombre y el hecho de que, cuando éste se da cuenta, este darse cuenta le da la posibilidad de adquirir la consciencia, y verán que ésta es la dirección en que el hombre puede desarrollarse. Mientras no se dé cuenta de que es simplemente una máquina y que todos sus procesos son mecánicos, no podrá empezar a estudiarse, pues este darse cuenta es el comienzo del estudio de sí. Por lo tanto, el estudio debe empezar de este modo: debemos darnos cuenta que no poseemos la consciencia de sí, que no podemos ser conscientes de nosotros mismos en los momentos de acción o pensamiento. Este es el primer paso. El segundo paso es darnos cuenta que no nos conocemos, que no conocemos nuestra máquina y cómo trabaja. Y el siguiente paso es damos cuenta que hemos de estudiar los métodos del estudio de sí. Nos observamos toda nuestra vida, pero no sabemos qué significa la observación de sí. La real observación de sí debe basarse en los
hechos. De modo que una de las primeras cuestiones es: ¿cómo recordarse, cómo ser más conscientes? No basta admitir esta ausencia de la consciencia en uno mismo; uno ha de ver esto en concreto, verificarlo desde la observación personal. No nos damos cuenta qué es la consciencia y qué implica. Si uno se vuelve consciente durante media hora, es increíble lo que puede ver y aprender. De modo que esto es un objetivo en sí mismo, debido al cual éste aporta y también significa un paso hacia la consciencia objetiva. Es necesario hablar un poco sobre esto, sobre lo que significan los cuatro grados de consciencia que el hombre puede poseer. Si lo encaramos desde el punto de vista de la cognición de la verdad, entonces, en el sueño, no podemos conocer la diferencia entre lo que es verdad y lo que no es verdad. Las cosas que vemos en sueños parecen todas similares. En el estado vigil ya tenemos más oportunidad de reconocer la diferencia entre las cosas: la
forma de las cosas es creada por nuestra vista, la superficie de las cosas por el tacto y, hasta cierto punto, podemos orientarnos por las percepciones de nuestros instrumentos sensorios. De modo que hay un elemento objetivo, pero nosotros permanecemos subjetivos respecto de nosotros mismos. Cuando nos volvemos conscientes, nos volvemos objetivos para con nosotros mismos, y en el consciente objetivo podemos conocer la verdad objetiva sobre todo. Estos son los grados de consciencia.
P. ¿Debemos cambiar nuestro conocimiento a fin de ver las cosas como realmente son y conocer la verdad?
R. No, en este estado de consciencia no podemos llegar a las cosas como son; hemos de cambiar nuestro estado de consciencia. Pero podemos retirar algunas capas de mentira. Las cosas están rodeadas de mentira. Podemos retirar una, dos o tres capas, y llegar más cerca de las cosas reales.
P. No estoy en claro sobre la consciencia superior. ¿Podríamos conocer, al menos, cómo pensar en eso?
R. Comprendemos la posibilidad de la consciencia superior cuando nos damos cuenta que no estamos conscientes para nada. Estamos conscientes sólo en raros momentos, sin posibilidad de control. Ahora estamos en dos estados: en sueño y semi-vigilia. Las comparaciones teóricas de los estados de consciencia y las descripciones en palabras no ayudarán; pero cuando empezamos a despertar, comprendemos el estado en que ahora estamos. Es necesario encontrar momentos de recuerdo de sí y entonces, en estos momentos, verán la diferencia. Mediante el estudio de sí, verá que usted puede estar muy cerca del sueño, o puede estar cerca de la consciencia de sí. De modo que el trabajo empieza con el estudio de estos diferentes estados en nosotros mismos. Por ejemplo, cuando nos consideramos uno solo (o no pensamos en eso), entonces estamos casi dormidos. Pero cuando empezamos a dividirnos y conocer que, a cada momento, habla solamente un "yo" o un grupo de "yoes" entonces estamos más cerca de la consciencia de sí, más cerca de los hechos objetivos. Hay diferentes modos de estudiar la consciencia en uno mismo. Al principio, lo primero es darse cuenta que uno no puede ser consciente cuando quiere. El tiempo mejor para darse cuenta de esto es después que usted estuvo hablando o haciendo algo. Suponga que estuvo hablando de algún negocio importante, o escribiendo una carta; entonces pregúntese: "¿En ese tiempo estuve consciente?" Lo segundo, al comienzo, es darse cuenta que usted no es uno solo. que tiene muchos "yoes" diferentes.
P. ¿Cómo ha de reconocerse cuando uno está consciente de sí?
R. Lo conocerá; es un sentimiento absolutamente diferente. Si trata de ser consciente por un momento y luego lo compara con otro momento en que no trató de estar consciente, verá la diferencia. Esto no puede describirse. En un momento usted está consciente de sí, en otro momento no lo está: hace cosas, habla, escribe, y no está consciente. Sólo debe recordar que, desde el comienzo mismo, se dijo que debemos estudiar no sólo los estados de la consciencia sino también los obstáculos para la consciencia. De modo que debemos estudiarlos, y luego eliminarlos. Todos estos obstáculos están en nosotros mismos. Las circunstancias externas no pueden cambiar, hemos de tomarlas como son y cambiar interiormente en estas circunstancias.
P. ¿Si se observa por un momento, usted está consciente en este momento?
R. No necesariamente; eso puede ser absolutamente mecánico. Pero si usted está consciente al mismo tiempo que observa, la línea de su atención semejará dos flechas, una mostrando la atención dirigida sobre la cosa que usted observa, y la otra sobre usted mismo.
P. No puedo entender el enlace entre la observación de sí y el recuerdo de sí. ¿Cómo empezar, qué hacer?
R. El recuerdo de sí es un intento de estar consciente de usted mismo. La observación de sí está siempre dirigida hacia alguna función definida: usted observa sus pensamientos, o sus
movimientos, o sus emociones, o sus sensaciones. Debe tener un objeto definido que observe en usted mismo. El recuerdo de sí no le divide, usted debe recordar el todo, es simplemente el sentimiento del "yo", de su propia persona. Pueden llegar juntos, particularmente en etapas posteriores, y entonces usted podrá hacer ambos al mismo tiempo: observar algo definido, o reconocer las manifestaciones en usted mismo, y recordarse; pero, al comienzo, las dos cosas son diferentes. Usted empieza con la observación de sí (este es el modo normal), y a través de la observación de sí, comprende que no se recuerda. Cuando se dé cuenta de esto, y que en momentos rarísimos usted se recuerda, entonces cualquier persona que no sea definidamente prejuicios, podrá entender que es posible aumentar estos momentos de recuerdo de sí. Y entonces usted trata de hacerlo.
P. Hallo difícil decidir si realmente me observo o sólo recuerdo cosas después.
R. Al comienzo no hay una particular necesidad de preocuparse sobre qué es cada cosa; limítese a hacer lo que pueda, observe en el momento, o recuérdelo inmediatamente, o recuerde después de un tiempo. Pero luego atrapará particulares momentos en que usted
pueda estar consciente de usted mismo en el momento real en que las cosas ocurren. Eso será recuerdo de sí.
P. ¿Cómo conoce los resultados milagrosos que seguirán al recuerdo de sí?
R. Vea, esto está conectado con la idea total del desarrollo, con la posibilidad de cambiar el ser. Esta es una de las primeras cosas que debemos entender: que el hombre no está obligado a permanecer como es; puede cambiar. Hay diferentes grados del hombre que pueden alcanzarse luego de un trabajo largo y persistente. Si podemos ser más conscientes, esto hará trabajar a los centros superiores. El funcionamiento de los centros superiores será milagroso en muchos sentidos. La idea del recuerdo de sí entra en muchos sistemas y enseñanzas de escuelas, pero no está en el lugar correcto, nunca se la pone en primer lugar. Pero este sistema
dice que usted no se recuerda y que, si entiende que no se recuerda, puede lograr algo. La consciencia de sí es el máximo cambio posible, porque en condiciones corrientes de la vida nadie es consciente de sí, y, sin embargo, la gente no se da cuenta de esto. Todos los que están aquí sentados, si se preguntan sinceramente si están conscientes de sí, tendrán que responder que no lo están. Nadie es consciente. La idea total es estar consciente de usted mismo en este lugar, en este momento. Este es el comienzo, pues uno tiene que empezar en alguna parte. Después, esto puede tomar diferentes formas; en esto pueden incluirse muchas otras cosas. Nada puede describir esto: es material para la observación y el estudio. Las descripciones no ayudarán, uno tiene que practicar. Normalmente, nadie se recuerda, nadie es consciente de sí. Pero si sabe sobre esto, lo comprende y piensa en esto, esto se torna posible. Sólo que, al comienzo, el recuerdo de sí es muy lento en llegar y muy pequeño, con largos lapsos de no recordar.
P. ¿El rasgo esencial del estado de recuerdo de sí es el estado ordinario de alerta de la mente?
R. No, no puede considerarlo de ese modo: es demasiado pequeño. Es un estado diferente, más diferente de nuestro estado actual que nuestro estado actual lo es respecto del sueño físico; pero hasta la comparación del sueño con el estado ordinario te da alguna posibilidad de entender la diferencia. Cuando usted está dormido, su mundo está limitado por las sensaciones reales, pero cuando despierta y se encuentra en el mundo objetivo (aunque ve a este mundo en categorías subjetivas) es mucho más limitado. Pero cuando se da cuenta que esto no es el despertar pleno, que en realidad está menos que semi-despierto, entenderá que, si está plenamente despierto, se hallará en un mundo más rico aún, y verá y entenderá muchas de sus características que ahora pasan inadvertidas.
P. Quiero saber si el recuerdo de sí, en cualquier caso en una etapa temprana, ha de esperarse que consista en un estéril cese de la atención hacia nada más que uno mismo.
R. En una etapa temprana sólo puede haber un darse cuenta de que usted no se recuerda. Si nos damos cuenta cuan poco conscientes estamos de nosotros mismos y cuan escasos son los momentos en que estamos conscientes, cuando recordemos eso y sintamos eso y nos demos cuenta de lo que significa, entonces podremos entender qué significa el recuerdo de sí. Si comprende la importancia de este hecho y de todo lo que esto implica, eso no será estéril.
Pero si no lo comprende, tiene muchísima razón, será estéril. Entonces, esto será simplemente un extraño ejercicio que no lleva a ninguna parte.
P. ¿El recuerdo de sí llega automáticamente cuando uno comprende que no se recuerda?
R. Esto es recuerdo de sí. Usted no puede dar el paso siguiente sin comprender dónde está. Es el mismo proceso, la misma cosa. Cuanto más comprende cuan desagradable y peligrosa ha de ser una máquina, más posibilidad tiene de cambiar.
P. ¿Cómo?
R. Siempre hay algo que podemos hacer en ciertos momentos. Debe conocer estos momentos, y qué hacer, y cómo. Estamos estudiando las puertas. El recuerdo de sí es una puerta. Si el darse cuenta de que no nos recordamos se torna continuo, entonces podemos recordarnos. Cada día usted hallará tiempo para darse cuenta que no se recuerda; esto le llevará gradualmente al recuerdo de sí. No quiero decir recordar que usted no se recuerda sino darse cuenta de ello. Repito, no es útil buscar definiciones; éstas harían más difícil entender. Lo que es realmente útil para entender es comparar los diferentes grados de la consciencia dentro de nuestro estado
ordinario, pues hasta en nuestro estado ordinario de consciencia relativa hay diferentes grados, diferentes niveles: podemos estar más cerca del despertar o más lejos de éste. Podemos ver esas grandes diferencias en nosotros cuando realmente aprendemos a observar; eso nos mostrará las posibilidades que tenemos. Es lo único inequívoco. Nos desplazamos siempre entre dos orillas: entre el sueño y el despertar. Desplazarse más hacia una orilla o más hacia la otra crea posibilidades diferentes: una es el desarrollo, la otra es la decadencia.
P. Usted nos pidió que no aceptáramos nada sin cuestionarlo. ¿Tiene usted conocimiento de que estos estados superiores de consciencia hayan sido realmente alcanzados?
R. ¡Oh, sí! En primer lugar, puede encontrar en la literatura muchas descripciones de cómo los místicos y las personas religiosas llegaron a las mismas cosas. La semejanza de las descripciones de estas experiencias es la mejor prueba. Toda clase de personas, en diferentes países, separadas por miles de años, que vivieron en condiciones distintas, llegaron al mismo género de experiencia mediante ciertos métodos. Entonces, usted puede encontrar muchas
personas que tienen una experiencia personal de esta índole, lo cual prueba que existen enteramente diferentes estados de percepción y reacción. De manera que no es una hipótesis.
P. Hace poco tuve una experiencia extrañísima. Charlaba con alguien y trataba de estar consciente de mí. De repente vi a mi amiga clarísima-mente y comprendí que antes de esto no
la había visto realmente.
R. Esta es una observación muy buena; realmente sucede de ese modo. Cuando usted trató de estar consciente de sí, por un momento se volvió consciente y vio cosas que no había visto antes. Si pudiera mantener esta consciencia, digamos, durante diez minutos, vería muchas cosas que le dejarían atónito. Miramos con nuestros ojos pero no vemos; pero si nos volvemos conscientes, empezamos a ver cosas sobre las que no tenemos idea. Esto es absolutamente normal, si sólo no deja que la imaginación entre en esto.
P. ¿Trabajando para alcanzar la consciencia sobre las líneas del sistema, sobreviene un repentino cambio o iluminación?
R. ¿Repentino? No. ¿Qué significa repentino? Vea, en el proceso de crecimiento de la unidad, cuando este proceso siguió durante largo tiempo, en algún momento difícil usted puede sentirse diferente. Eso parece repentino, pero realmente no es así. Es el resultado de esfuerzos anteriores.
P. Si la potencialidad para la consciencia objetiva es la condición normal del hombre, ¿cómo es que sólo unos pocos pueden desarrollarse?
R. Cuando trate de dar el primer paso hacia la consciencia objetiva, que es ganar la consciencia de sí, y vea cuan difícil es y cuántas fuerzas trabajan en usted contra ella, cuántos obstáculos existen, no tendrá duda que sólo unos pocos pueden alcanzar esto, que es una
posibilidad, pero una posibilidad muy remota. Hay demasiados obstáculos: pereza, mentira, inercia. Nos gusta dormir.
P. ¿Cómo y por qué el hombre llegó a ser este ser de valores falsos?
R. ¿Qué quiere decir con valores falsos? Este es un concepto relativo: desde un punto de vista pueden ser falsos, desde otro, verdaderos. Sólo puede averiguar por usted mismo si el desarrollo del hombre es una idea abstracta o la verdad. Usted mismo debe llegar a uno u otro punto de vista. Si comprende que el cambio sólo es posible a través del despertar, entonces éste se convierte en un hecho, porque puede ver, en usted mismo, pequeños grados del
despertar.
P. Si el hombre no se recuerda, ¿esto significa que no tiene consciencia?
R. Usted no se recuerda; no el hombre sino usted. Si lo intenta y fracasa, eso no significa que usted no tenga consciencia, sino que no tiene la suficiente. Su propia experiencia, aunque limitada, es la única que puede mostrarle el grado.
Cuando usamos el vocablo "consciencia de sí" significamos cierto grado, más allá de nuestra cantidad ordinaria de consciencia. Tenemos cierta cantidad de consciencia, pero no es suficiente para salir de nuestro estado. Si no tuviéramos una gota de consciencia,
permaneceríamos como somos.
P. ¿Cómo es posible reconocer el recuerdo de sí, si jamás lo hacemos?
R. Primero, la mente debe entender lo que esto significa y qué significaría tenerlo; y luego deberá entenderse que uno puede estar a diferentes distancias de ello. Suponga que uno no está seguro, pero que cambia la distancia entre el estado de recuerdo de sí y su estado actual, y luego de un tiempo usted comprende que un día está a cinco mil millas y otro día a sólo tres mil millas. Hay una diferencia. No podemos hablar de varios grados al mismo tiempo; sólo podemos hablar del grado siguiente que podemos producir.
P. Quiero averiguar sobre el próximo grado.
R. Todo esto es material para la observación. Usted quiere ponerles rótulos, pero no puede: cambian todo el tiempo. En un momento es casi consciencia de sí, en el momento siguiente usted está dormido. Debe observar y ver los resultados. En un estado puede observar ciertas cosas, en el siguiente no puede. En un estado se identifica, en el otro tiene el control; cuanto más control hay, más cerca está usted de la consciencia de sí. La charla no ayudará mucho, seguirá siendo formativa. Es necesario tocar el centro emocional, y sólo puede hacer eso intentando diferentes cosas. El trabajo no es simple: desde el comienzo mismo debe tratar de hacer cosas imposibles; imposibles en el sentido de que no ocurren por si mismas. No puede haber un libro de texto que le diga que haga primero una cosa, luego otra, y así sucesivamente.
Al mismo tiempo, deberán plantearse siempre preguntas sobre el recuerdo de sí, porque, durante largo tiempo, muchos errores son posibles acerca de ello. De modo que estas preguntas jamás deberán suprimirse, pues son importantísimas.
P. ¿Hay una conexión entre el recuerdo de sí y el despertar?
R. El recuerdo de sí es un método de despertar. Lo que usted está haciendo ahora es sólo una preparación, sólo el estudio del método. Debe hacer tanto como pueda en su estado actual; luego, cuando cambie su situación interior, podrá usar toda la experiencia que ahora adquiere.
Pero alcanzar el significado real del recuerdo de sí sólo es posible en estados muy emocionales. Puesto que no puede crear estos estados emocionales, no puede saber qué es el recuerdo de sí, pero puede prepararse para esta experiencia; entonces, cuando llegue, sabrá cómo tratarla. Es necesaria elevadísima energía emocional para el recuerdo de sí. Ahora estamos sólo practicando, pero sin esta práctica, nunca obtendrá el estado real.
P. ¿Cuando dice "dormido" y "despierto", hay una línea definida entre los dos?
R. No, son estados transitorios. Al mismo tiempo, hay una línea más allá de la cual jamás pasamos.
P. ¿Es una cuestión de ejercitación?
R. Es más ejercitación de la mente. Debemos aprender a pensar de un modo diferente, y sobre todo, pensar más prácticamente. No pensamos prácticamente por regla general: principalmente pensamos en cosas que no nos conciernen.
P. ¿Entonces, el recuerdo de sí es una función del centro intelectual? Parece ser un esfuerzo intelectual.
R. El recuerdo de sí es el comienzo y el centro del sistema y lo más importante que hay que aprender. No puede describirlo como una acción intelectual o una idea intelectual. Tiene que empezar a estudiar qué significa intelectualmente el recuerdo de sí, pero, en concreto, no es intelectual porque es un momento de la voluntad. Es necesario recordarse, no en un momento tranquilo, cuando nada ocurre, sino cuando sabe que está haciendo algo malo... y no lo hace.
Por ejemplo, cuando se identifica, debe poder sentirlo y luego detenerlo y al mismo tiempo recordarse, ser consciente de que lo está haciendo, que la mecanicidad hace que usted se identifique y que está deteniéndola. Eso será recuerdo de sí.
P. ¿Cómo puede uno empezar a practicar el recuerdo de sí?
R. Recuerde que di un ejemplo de variables grados de luz en una habitación y una máquina de escribir. La máquina de escribir puede considerarse como el centro intelectual, y la luz como la consciencia. Sólo que, en el caso de la consciencia, hay cierta conexión entre todos los centros, pues a plena luz no sólo un centro sino todos los centros trabajan de manera diferente.
El real recuerdo de sí requiere emoción, pero no tenemos control sobre el centro emocional. De modo que, mediante cierto entendimiento, podemos hacer que el centro intelectual, sobre
el cual tenemos cierto control, trabaje en la oscuridad como si hubiese luz, y esto producirá el recuerdo de sí. El recuerdo de sí significa una forma de pensar o de trabajo intelectual que
corresponde al despertar, y de este modo induce un momento de despertar. Luego, al despertar por un momento, uno se da cuenta que generalmente está dormido, que no está consciente, y cuan peligroso es esto. Cuanto más se dedica a esto, cuanto más lo entiende, mejor será el resultado. Si se da cuenta que, por no recordarse, usted pierde, y que por recordarse, gana, tendrá un mayor incentivo para realizar esfuerzos en orden a recordarse.
Verá que no recordarse es como encontrarse en un aeroplano, muy por arriba de la Tierra, y
quedarse profundamente dormido. Esta es, de hecho, nuestra situación, pero no deseamos darnos cuenta de ella. Si un hombre se da cuenta, entonces naturalmente realizará esfuerzos para despertar. Pero si piensa que está tan sólo sentado en un sillón y no ocurre nada en particular, pensará que, al dormir, no hay perjuicio alguno.
P. ¿Qué significa poner los propios pensamientos en una forma en que aquéllos correspondan al despertar?
R. Como dije, los pensamientos son lo único que podemos controlar. Hasta cierto punto, podemos controlar los movimientos, pero en condiciones normales, sin instrucción especial, con los movimientos no podemos hacer nada. Con respecto a los pensamientos, primero de todo debemos desechar todos los pensamientos conectados con la identificación y pensar en las ideas del sistema. Esta es la preparación para el recuerdo de sí, porque en todos los casos llegamos a la necesidad de recordarnos. Si no puede recordarse, trate de revivir en su mente las ideas del sistema. El sistema todo, el estudio del hombre y del universo, todo es ayuda
para el recuerdo de sí. Este pensamiento le recordará por sí solo y creará para ello una atmósfera interior. Pero primero deberá eliminar todos los pensamientos que están en el camino. Si en esta etapa no puede controlar los pensamientos, no puede hacer nada más. Tal vez no pueda controlar su genio, o su imaginación, o su mentir, pero debe controlar sus pensamientos. En los momentos tranquilos, debe poder ver cuándo está equivocado. Si no puede, eso significa que aún no empezó; pero más temprano o más tarde uno debe empezar.
P. ¿Nosotros, cada uno de nosotros debe conocer lo que está en nuestro camino?
R. Sí, ciertamente todos deben conocerlo. Esto está generalmente conectado con alguna forma de negatividad, o pereza, o miedo.
P. Aún no veo qué significa tratar de pensar como pensaríamos si estuviésemos más conscientes.
R. Trate de imaginarse consciente: ese sería el uso correcto de la imaginación. Desarrollamos este poder de la imaginación de un modo absolutamente equivocado e inútil que está siempre
perturbándonos. Pero ahora, por una sola vez, trate de usarla e imaginarse consciente. Trate de pensar cómo actuaría, pensaría, hablaría, etc. Al comienzo, el recuerdo de sí es un esfuerzo sobre las funciones. Empieza a recordarse simplemente mediante la formación de sus procesos mentales en cierto sentido, y esto aporta
momentos de consciencia. No puede trabajar sobre la consciencia misma: puede realizar uno o dos esfuerzos espasmódicos, pero no esfuerzos permanentes. Pero puede realizar esfuerzos sobre los pensamientos, y, de este, modo, trabajar sobre la consciencia de una manera indirecta. Esta es la parte más importante del método. Trate de entender la diferencia entre recordarse de este modo y ser consciente. Es el mismo proceso mental que usa en todo, en
leer, en escribir y en todo lo que hace, de manera que tiene cierto control sobre eso. Aunque introduzcamos en el recuerdo de sí la misma cantidad de energía que introducimos en el estudio de un idioma extranjero, adquiriríamos cierta cantidad de consciencia.
Lamentablemente, ni siquiera queremos introducirle esa cantidad de energía; pensamos que estas cosas deben llegar por sí solas, o que basta con intentarlo una sola vez y eso sucede. El recuerdo de sí requiere esfuerzo, de modo que, si usted continúa realizando estos esfuerzos, los momentos de consciencia llegarán más a menudo y permanecerán más tiempo. Luego, gradualmente, el recuerdo de sí cesará de ser puramente intelectual: tendrá poder despertador.
P. ¿Qué será entonces el recuerdo de sí: emoción y sensación?
R. La emoción es una función y la sensación es una función, pero el recuerdo de sí no lo es.Es un intento de crear en uno mismo un estado de consciencia, sin relación alguna con las funciones. Desde el comienzo mismo debemos entender que las funciones son una cosa y los estados de consciencia, otra. Ahora usted se halla en cierto estado de consciencia, y mediante el intento de recordarse, trata de crear una aproximación al tercer estado de consciencia. Haceesto mediante cierta reconstrucción. Reconstruye cierta forma de pensar que usted tiene en estados superiores de consciencia. No puede mantener un destello de consciencia a menos que sus pensamientos estén en cierta forma. Es absolutamente simple: ¿recuerda el ejemplo de la línea de atención con dos flechas? La atención se dirige sobre mí y sobre la cosa que veo. Esta doble atención es la forma de pensar correspondiente a otro estado de consciencia.
P. ¿El recuerdo de sí no es un estado de consciencia?
R. Puede considerárselo como tal. Al mismo tiempo puede considerárselo un método para inducir la consciencia de sí.
P. ¿Cuál es la relación del pensamiento con la consciencia?
R. Es dificilísimo responder brevemente. El pensamiento es un proceso mecánico, puede trabajar sin la consciencia o con muy poca consciencia. Y la consciencia puede existir sin pensamiento perceptible.
P. Si el recuerdo de sí puede considerarse como un estado de consciencia o como un método para inducirla, ¿hay diferentes clases de recuerdo de sí? ¿Esto es producido por diferentes
cualidades del pensamiento?
R. Hay que hacer muchas cosas además de pensar: hay que realizar esfuerzos. No es sólo pensar. La diferencia es tan sólo que, al principio, podemos hacer poquísimo. Hemos de empezar desde donde estamos. Luego, si continuamos, el recuerdo de sí se torna
gradualmente más emocional. No son diferentes cualidades del pensamiento las que constituyen la diferencia; son diferentes cualidades de esfuerzo y comprensión subyacente. El recuerdo de sí es sólo efectivo si uno comprende que no se recuerda pero que puede recordarse.
P. ¿El acto de prestar atención no es un método de cambiar el estado de la consciencia?
R. Es necesario cierto control de la atención hasta en la vida corriente. Pero la atención puede ser retirada, o puede ser controlada, y eso es de un valor enteramente diferente.
P. Entendí que tenemos cierto control de nuestros pensamientos en el sentido de-interrumpir ciertas clases de pensar. Pero jamás oí antes sobre construir nuestros pensamientos.
R. Tenemos el poder no sólo para pensar sino también para pensar sobre esto y aquello. De modo que podemos hacer ambas cosas: podemos eliminar los pensamientos inútiles y podemos también poner en el centro de nuestro pensar el darnos cuenta del "yo": "Yo estoy aquí", "Yo estoy pensando".
P. ¿Por qué es que un accidente o una crisis violenta aporta el recuerdo de sí?
R. Toda clase de momento emocional, de choque emocional, hace que usted comprenda "yo soy". Lo comprende sin ninguna teoría detrás de eso: si se encuentra en un sitio muy inesperado, tiene un sentimiento de "yo" y "aquí"; cuando está en circunstancias inusuales, esto le recuerda siempre su existencia. Pero, en condiciones acostumbradas, siempre olvidamos.
P. ¿El recuerdo de sí es la única fuerza que el sistema nos da?
R. Es el único modo para alcanzar todo el resto, porque es lo primero que nos falta. Estamos siempre olvidándonos de un momento a otro, y este estado debe ser cambiado. Uno debe
recordarse: este es el comienzo y el fin de toda la cosa, porque cuando uno tiene eso, lo tiene todo.
P. ¿Cuál es la distinción en el significado de atención y consciencia?
R. La atención puede considerarse como el comienzo elemental de la consciencia: el primer grado. No es la consciencia plena porque soto se dirige en un sentido. Como dije, la consciencia necesita doble atención.
P. ¿Cuál es el objeto de alcanzar esta consciencia superior: vivir más plenamente?
R. Una cosa depende de la otra. Si queremos tener voluntad, si queremos ser libres en vez de marionetas, si queremos despertar, debemos desarrollar la consciencia. Si comprendemos que estamos dormidos y que todas las personas están dormidas, y lo que esto significa, entonces se explican todos los absurdos de la vida. Está absolutamente claro que la gente no puede hacer nada, de modo diferente de lo que hace ahora, si está dormida.
P. ¿Como somos, no podríamos jamás ser conscientes cuando queremos serlo, o esto siempre llega accidentalmente?
R. Nada llega en su estado pleno, de repente. El primer paso es estar más consciente, el, segundo paso es estar más consciente todavía. Si con esfuerzo puede ahora volverse más consciente por un minuto, entonces, si trabaja sobre eso y hace todo lo que es posible para ayudar, después de algún tiempo podrá ser consciente durante cinco minutos.
P. ¿Esto está equivocado cuando es accidental?
R. No puede confiar en eso. Como somos, los estados superiores no pueden durar; son como destellos, y si duran, entonces es imaginación. Este es un hecho claro, porque no tenemos energía para estados superiores duraderos. Los destellos son posibles, sólo que, además, usted debe juzgarlos y clasificarlos por el material que aportan.
P. ¿Ni siquiera pueden durar en la memoria?
R. La memoria que podemos gobernar, controlar y usar es sólo intelectual, y la memoria intelectual no los puede conservar.
P. Me parece absolutamente imposible recordarme a voluntad, aunque no me parece tan absolutamente difícil observarme.
R. Debe intentar métodos que lo produzcan. Ensaye este método de interrumpir sus pensamientos, de ver cuánto tiempo puede mantener interrumpidos sus pensamientos, de no pensar en nada, si es que usted conoce acerca del recuerdo de sí. Pero suponga que ensaye esto un hombre que no conoce acerca del recuerdo de sí: de este modo no llegará a la idea del recuerdo de sí. Si usted ya conoce, eso creará un momento de recuerdo de sí; durante cuánto
tiempo dependerá de sus esfuerzos. Es un método muy bueno. Este método es descrito, por ejemplo, en algunos libros sobre Yoga, pero la gente que lo ensaya no sabe por qué lo hace, de modo que no puede producir buenos resultados. Totalmente lo contrario, puede producir una especie de estado de trance.
P. ¿Cuando dijo "conocer acerca del recuerdo de sí", quiso decir si lo tiene en su cabeza como un objetivo, o si lo degustó?
R. Hay diferentes grados. Vea, hablamos todo el tiempo sobre el recuerdo de sí; siempre volvemos a él; de modo que no puede decir que no conoce acerca del recuerdo de sí. Pero si toma a un hombre que estudió psicología o filosofía corrientes, no conoce acerca de esto.
P. ¿Es posible haber concretado el recuerdo de sí antes de encontrarse con este sistema? Lo pregunto porque intenté recordarme y los resultados parecen corresponder con to que
acostumbraba hacer antes, sin saber qué estaba haciendo.
R. Esa es la cuestión. Puede estudiarla para entender el principio de que si hace cierta cosa sabiendo qué es ésta, le da un resultado, y si hace casi la misma cosa sin saber qué es ésta, le da un resultado diferente. Muchas personas llegan, en la práctica, muy cerca del recuerdo de sí; otras llegan, en la teoría, muy cerca de él, pero sin práctica (o teoría sin práctica, o práctica sin teoría), y ni de una ni de la otra llegaron a la verdad real. Por ejemplo, en la denominada
literatura Yoga, hay muchas cercanas aproximaciones al recuerdo de sí. Por ejemplo, hablan sobre la consciencia del "yo soy", pero son tan teóricos que de esto no pueden obtener nada.
El recuerdo de sí nunca fue mencionado en literatura alguna de una forma exacta y concreta, aunque se habla de él, de forma disfrazada, en el Nuevo Testamento y en los escritos budistas.
Por ejemplo, cuando se dice: "Vigila, no duermas", esto es recuerdo de sí. Pero la gente lo interpreta de modo diferente.
P. ¿El centro emocional es el centro principal que trabaja en el recuerdo de sí?
R. Usted no puede controlar las emociones. Simplemente, decide recordarse. Le he dado un método muy simple y práctico. Trate de interrumpir sus pensamientos pero, al mismo tiempo, no olvide su objetivo: que lo hace a fin de recordarse. Eso puede ayudar. ¿Qué impide el recuerdo de sí? Este giro constante de los pensamientos. Interrumpa este giro, y tal vez llegue a degustar esto.
P. ¿Cuáles centros trabajan en el recuerdo de sí?
R. El recuerdo de sí requiere el mejor trabajo que usted pueda producir, de modo que, cuantos más centros tomen parte en él, mejor será el resultado. El recuerdo de sí no puede producirse
mediante un trabajo lento y débil: el trabajo de uno o dos centros. Puede empezar usted con dos centros, pero no es suficiente, porque los otros centros pueden interrumpir su recuerdo de sí y detenerlo. Debe recordar siempre que el recuerdo de sí necesita el mejor trabajo del que usted sea capaz.
P. Usted dijo que el recuerdo de sí necesita emoción, pero, cuando pienso en ello, no experimento emoción alguna. ¿Uno puede recordarse sin una experiencia emocional?
R. La idea es recordarse, estar consciente de uno mismo. Y lo que llega con ello, usted tan sólo lo advierte, no debe imponerle ninguna exigencia definida. Si convierte esto en una práctica regular para intentarlo y recordarse tres o cuatro veces por día, el recuerdo de sí
llegará por sí sólo en los intervalos, cuando lo necesite. Pero eso lo advertirá después. Debe convertirlo en una práctica regular para intentarlo y recordarse, si es posible a las mismas horas del día. Y, como dije, la práctica de detener los pensamientos producirá el mismo efecto. De modo que, si no puede recordarse, trate de detener los pensamientos. Usted puede detener los pensamientos, pero no debe contrariarse si al principio no puede. Detener los
pensamientos es algo muy difícil. No puede decirse: "Detendré los pensamientos", y que ellos se detengan. Tiene que usar el esfuerzo todo el tiempo. De modo que no debe hacerlo durantelargo tiempo. Si lo hace durante pocos minutos, es absolutamente suficiente; de lo contrario, se persuadirá que lo está haciendo, cuando, en lugar de ello, estará tan sólo sentado tranquilamente, y pensará y estará muy feliz con eso. Usted debe mantener un sólo pensamiento tanto como pueda; "No quiero pensar en nada más", y desechar todos loó otros
pensamientos. Es un ejercicio muy bueno, pero sólo un ejercicio.
P. ¿Es malo detener la respiración cuando uno trata de detener los pensamientos?
R. Esta pregunta fue formulada una vez en nuestros viejos grupos y el señor Gurdjieff interrogó: "¿Durante cuánto tiempo?" El hombre dijo que durante diez minutos. El señor Gurdjieff contestó: "Si usted puede detener la respiración durante diez minutos, eso es muy
bueno, ¡porque después de cuatro minutos se muere!
P. ¿El recuerdo de sí y la detención de los pensamientos es la misma cosa?
R. No exactamente; son dos métodos diferentes. En el primero, usted introduce cierto pensamiento definido: darse cuenta de que no se recuerda. Debe empezar siempre con eso. Y detener el pensamiento es simplemente crear una atmósfera correcta, ambientes correctos, para el recuerdo de sí. De modo que no son la misma cosa, pero aportan los mismos resultados.
P. ¿El propio trabajo es más preciso si uno se recuerda y recuerda el trabajo que está haciendo?
R. Sí, cuando está despierto, usted puede hacerlo todo mejor, pero para eso es necesario largo tiempo. Cuando se acostumbre al recuerdo de sí, no podrá entender cómo trabajó siempre sin
él. Pero al principio es difícil trabajar y recordarse al mismo tiempo. Empero, los esfuerzos en esta dirección dan interesantísimos resultados; de eso no puede haber duda. Toda la experiencia de todos los tiempos muestra que estos esfuerzos son siempre recompensados. Además, si efectúa estos esfuerzos, entenderá que ciertas cosas sólo pueden hacerse en el sueño y no pueden hacerse cuando uno está despierto, porque algunas cosas sólo pueden ser
mecánicas. Por ejemplo, suponga que usted olvida o pierde cosas: usted no puede perder cosas adrede, puede perderlas sólo. mecánicamente.
P. Al tocar el piano, cuando pensé "yo estoy aquí", no supe lo que estaba haciendo.
R. Porque esto no es estar consciente, es pensar sobre el recuerdo de sí. Entonces, esto interfiere con lo que usted está haciendo; tal como cuando está escribiendo y de repente piensa: "¿Cómo se deletrea esta palabra?": no puede recordar. Esta es una función que
interfiere con otra. Pero el real recuerdo de sí no está en los centros, está por encima de los centros. No puede interferir con el trabajo de los centros, sólo que uno verá más, verá los propios errores. Debemos comprender que la capacidad de recordarse es nuestro derecho. No la tenemos, pero podemos tenerla; poseemos todos los órganos necesarios para ello, por así decirlo, pero no
estamos ejercitados, no estamos acostumbrados a usarlos. Es necesario crear cierta energía o punto particular, usando esta palabra en un sentido corriente, y esto sólo puede ser creado en
un momento de grave tensión emocional. Antes de eso, todo es sólo una preparación del método. Pero si se encuentra usted en un momento de fortísima tensión emocional y trata de recordarse entonces, esto permanecerá después que la tensión pasó, y entonces podrá recordarse. De modo que, sólo con una emoción intensísima, es posible crear esta base para el recuerdo de sí. Pero esto no puede hacerse si no se prepara de antemano. Los momentos pueden sobrevenir, pero no obtendrá nada de ellos. Estos momentos emocionales sobrevienen de cuando en cuando, pero no los usamos, porque no sabemos cómo usarlos. Si trata con suficiente denuedo de recordarse durante un momento de intensa emoción, y si la tensión emocional es bastante fuerte, dejará cierta huella, y esto le ayudará a recordarse en el futuro.
P. ¿De modo que lo que ahora estamos haciendo es una especie de práctica?
R. Ahora sólo están estudiándose, no pueden hacer nada más.
P. ¿Cuál es la preparación de la que usted habla?
R. Estudio de sí, observación de sí, comprensión de sí. Todavía no podemos cambiar nada, ni convertir en diferente una sola cosa. Todo ocurre del mismo modo que antes. Pero ya hay una diferencia, pues ve muchas cosas que antes no podía haber visto, y muchas cosas "ocurren" de manera diferente. Esto no significa que usted haya cambiado algo: aquéllas ocurren de manera diferente.
P. ¿Nuestra vida es bastante larga como para alcanzar resultados? ñ. Usted llega a entender este punto a través del recuerdo de sí. Cuando en esto arribe a ciertos resultados, si esto sucede a menudo (como mirarse en un espejo), entonces sobreviene otra forma de recuerdo de sí, el recuerdo de la propia vida, del cuerpo temporal. Esto aumenta las posibilidades. Hay también otros pasos, pero sólo podemos hablar de un solo paso adelante; de lo contrario, esto
sería imaginación. Debemos entender que no debemos tocar ciertas cuestiones sin el recuerdo de sí. Es cuestión de perfeccionar nuestro instrumento de la cognición. Nuestra mente está muy limitada por nuestro estado de consciencia. Podemos esperar que ciertas -cosas se tornen comprensibles si nuestro estado de consciencia cambia.
P. ¿La consciencia de sí puede dar conocimiento?
R. No, la consciencia, por si misma, no da conocimiento. El conocimiento debe adquirirse. Ninguna cantidad de consciencia puede dar conocimiento y ninguna cantidad de conocimiento
puede dar consciencia. No son paralelos y no pueden reemplazarse mutuamente. Pero cuando usted se torna consciente, ve cosas que antes no vio. Y si mantiene eso durante bastante tiempo, produce un efecto enorme. Todo el mundo sería diferente si pudiese mantener esto, digamos, hasta quince minutos. Pero no se puede ser consciente de uno mismo durante quince minutos sin un elemento emocional muy fuerte. Usted debe producir algo que le torne
emocional; no puede hacerlo sin la ayuda del centro emocional.
P. ¿Eso no sobreviene por sí solo?
R. Es cuestión de destruir obstáculos. No somos suficientemente emocionales, porque gastamos nuestra energía en la identificación, las emociones negativas, la actitud crítica, el recelo, la mentira y cosas por el estilo. Si podemos interrumpir este desperdicio, seremos más emocionales.
P. Al empeñarme en recordarme, descubrí que debo evitar demasiado esfuerzo. Pienso que uno puede sumergir el efecto por el esfuerzo excesivo.
R. Lo que usted quiere decir no es demasiado esfuerzo, sino una clase equivocada de esfuerzo. El esfuerzo muscular no le ayudará a recordarse. Es necesario que cada persona encuentre por
sí misma el momento para realizar este gran esfuerzo en particular, especialmente en los momentos en que todas las tendencias instintivas y emocionales se oponen a ello. Este es el momento para realizar el esfuerzo. Si entonces usted puede recordarse, sabrá cómo hacerlo.
P. ¿Cómo se puede impedir que los esfuerzos regulares se vuelvan tan sólo formales; cómo se puede detener que el significado se escape de ellos?
R. El recuerdo de sí no puede ser formal; si lo es, significa sueño profundo. Entonces, es necesario hacer algo para despertarse. Pero deberá empezar siempre con la idea de la mecanicidad y los resultados de la mecanicidad. Usted está muy en lo cierto. Todo se escapa y desaparece, y usted se encuentra nuevamente con nada. Otra vez comienza con algún esfuerzo consciente, y otra vez eso se escapa. La cuestión es cómo impedir que desaparezca. En nuestros métodos corrientes de pensar y sentir hay muchas tendencias mecánicas que siempre nos vuelven en el sentido usual. Queremos
pensar de otro modo, queremos ser diferentes, trabajar en otro sentido, sentir en otro sentido, pero no ocurre nada, porque hay tantas tendencias malas que nos hacen retroceder. Debemos
estudiar estas tendencias y tratar de arrojar luz sobre ellas. Sobre todo, debemos vencer la inercia de la mente; luego, si lo hacemos, veinticuatro horas no serán suficientes y la vida se volverá muy completa. Es difícil empezar, y sin embargo no es tan difícil.
P. ¿Cómo se puede vencer esta inercia?
R. Mediante el esfuerzo: esfuerzo para recordarse, para observar, para no identificarse. La consciencia es una fuerza, y la fuerza sólo puede desarrollarse venciendo los obstáculos. En el hombre, pueden desarrollarse dos cosas: la consciencia y la voluntad. Ambas son fuerzas. Si el hombre vence a la inconsciencia, poseerá la consciencia; si vence a la mecanicidad, poseerá la voluntad. Si entiende la naturaleza de los poderes que puede lograr, será claro para él que aquéllos no pueden ser dados; estos poderes deben desarrollarse mediante esfuerzo. Si nos volviésemos más conscientes, seguiríamos siendo máquinas conscientes. El señor Gurdjieff me dijo que en algunas escuelas pudieron, mediante algunos métodos especiales, volver consciente a una oveja. Pero tan sólo siguió siendo una oveja consciente. Le pregunté qué hicieron con ella, y me dijo que se la comieron. La idea de la oveja consciente es ésta: suponga que alguien vuelve consciente a un hombre; se convertirá en un instrumento en manos de otros. Son necesarios los propios esfuerzos, porque de otro modo, aunque al hombre se lo vuelva consciente, no podrá usar eso. Está en la
naturaleza misma de las cosas que la consciencia y la voluntad no pueden darse. Si alguien se las pudiera dar, eso no sería un beneficio. Esta es la razón de porqué uno debe comprarlo
todo, nada se da gratis. Lo más difícil es aprender cómo pagar. Pero si esto pudiese explicarse en pocas palabras, no habría necesidad de ir a la escuela. Uno tiene que pagar no sólo por la consciencia sino también por todo. Ni la mínima idea puede convertirse en propia hasta que uno haya pagado por ella.
P. El recuerdo de sí parece ser una experiencia muy triste y sombría. ¿Es un sistema triste?
R. Hasta donde yo conozco, no hay sistemas tristes; sólo hay gente triste y actitudes tristes, entendimiento triste. Y no entiendo por qué el recuerdo de sí ha de ser sombrío y triste. Es darse cuenta del hecho que uno está dormido. Si uno se diera cuenta de estar dormido y no existiera posibilidad de despertar, entonces ciertamente esa sería una sombría comprensión, estoy absolutamente de acuerdo. Pero el sistema no dice que usted deba detenerse en eso; dice que ha de tratar de despertar, y esto es absolutamente otra cosa. Recuerdo, cuando oí esta idea por primera vez, que vi muchas cosas absolutamente nuevas, porque era una respuesta a todas las preguntas que yo tenía cuando estudiaba psicología. De modo que, de inmediato, comprendí que la psicología empieza en este punto. Entendí que el hombre no se recuerda, pero podría recordarse si realizase esfuerzos suficientes. Sin el recuerdo de sí, no puede haber estudio, ni psicología. Pero si el hombre comprende y tiene presente que no se recuerda, y que nadie se recuerda, y sin embargo hay una posibilidad de recordarse, entonces el estudio empieza. He aquí por qué debe entenderse esto.
Ciertamente, no puede haber alegría al darse cuenta que uno es una máquina y que está dormido. Pero no hablamos de alegría ni sufrimiento, hablamos de control. Nos damos cuenta que somos máquinas, y no queremos ser máquinas. Nos damos cuenta que estamos dormidos, y queremos despertar. La alegría real sólo puede conectarse con el despertar o con algo que ayuda a despertar.
P. Pero tantas personas están conscientes de sí en el mal sentido del vocablo. ¿Esa no es también una forma de recuerdo de sí?
R. De ninguna manera. Lo que en inglés se llama estar consciente de sí ("self-conscious") es una forma de turbación o timidez; no tiene nada que ver con el recuerdo de sí. Como expliqué, si usted no está despierto, no puede despertarse; pero tiene algún control
sobre los pensamientos y debe construirlos de modo tal que le lleven al despertar.
P. ¿Un niño está más cerca del recuerdo de sí que una persona adulta? ¡Uno tiene recuerdos tan vividos de la infancia!
R. No, no en absoluto; eso no es recuerdo de sí. El recuerdo de sí significa trabajo consciente, quiero decir trabajo intencional. Los recuerdos vividos de la infancia se deben a la actividad
del centro emocional. En un niño aquélla es más activa, y los momentos de consciencia sobrevienen por si mismos. Pero el recuerdo de sí es un momento de consciencia que sobreviene
sin el esfuerzo propio de usted. Suponga que un niño tiene destellos de consciencia sin la posibilidad de usar estos momentos. Eso no ayuda para nada.
P. ¿No nos ayudaría tratar de retroceder a aquellos estados que tuvimos en la infancia?
R. ¿Cómo? Esa es la cuestión. Si interrumpiéramos la identificación tendríamos muchos momentos como ése, pero no sabemos cómo empezar a interrumpir la identificación. Si pudiéramos destruir las emociones negativas, si pudiéramos recordarnos, entonces esas cosas estarían en nuestras manos, bajo nuestro control, no serían accidentales.
P. Cuando estoy bien aseado y cuidadosamente vestido, pienso que es mucho más fácil recordarme.
R. Eso no está para nada prohibido. Este no es el camino de un faquir.
P. ¿Cuál es la relación entre el recuerdo de sí y las emociones negativas?
R. Cuando la emoción negativa aparece, el recuerdo de sí se torna imposible. De modo que para recordarse, uno debe tener cierto control de las emociones negativas. Como un hecho concreto, la gente no es igual a este respecto: algunas personas tienen más control, otras menos control de la expresión. Y no sólo de la expresión, pues algunas personas tienen más control de sus emociones, algunas pueden controlar solamente ciertas emociones. Y en verdad, sólo quienes tienen cierto control de las emociones negativas pueden trabajar sobre el recuerdo de sí y obtener buenos resultados. Al mismo tiempo, este control puede alcanzarse:
uno puede empezar desde diferentes lados, y si se crea cierto recuerdo de sí, esto ayuda inmediatamente a que uno luche con las emociones negativas; y la lucha con las emociones negativas ayuda al recuerdo de sí.
P. ¿Despertar insume siempre largo tiempo?
R. Sólo puedo decir cuánto tiempo insume conocer este sistema, pero no puedo decir cuánto tiempo insume despertar. Despertar es el resultado del trabajo personal, de modo que es difícil predecirlo. Va por grados. El despertar completo significa un cambio grandísimo, y eso necesita tiempo, porque significa adquirir nuevas funciones psíquicas. De modo que sólo podemos estudiar los grados o pasos que el hombre debe atravesar. A uno le pueden mostrar
el camino, pero debe trabajar por sí mismo. Aprender es algo pequeño por sí mismo, pues el hombre puede cambiarse sólo a través de la aplicación del conocimiento que obtiene. El hombre puede volverse consciente de sí mismo en un momento dado. Esta consciencia de sí mismo es el despertar: uno de los atributos de otro estado de consciencia.
P. ¿Una persona podría desear despertar y fracasar en hacerlo?
R. Tal vez fracasará largo tiempo, pero si es capaz de despertar, puede despertar; es un proceso largo. Pero, ciertamente, tal vez fracase. Sólo tenemos un rasgo bueno en nuestra situación: no tenemos nada que perder. De modo que si fracasamos, estaremos en la misma posición que antes, pero si triunfamos, ganamos algo nuevo.
P. ¿Un gran esfuerzo cualquiera tiende a la vez a volver a uno más consciente?
R. Eso depende del esfuerzo, porque si uno tan sólo realiza un gran esfuerzo para hacer algo en un estado de identificación, no será más consciente.
P. ¿El recuerdo de sí interrumpe automáticamente la identificación?
R. En el recuerdo de sí no hay nada automático: cada momento es un esfuerzo. Si es suficientemente profundo y suficientemente largo, es una cosa, pero si es tan sólo un destello, no es suficiente. Asimismo, si usted se recuerda con exclusión de todo lo demás, es una cosa, y si se recuerda y al mismo tiempo recuerda su objetivo y lo que está haciendo, es otra cosa. Depende de cuánto entre en el recuerdo de sí.
P. ¿A eso lo llamaría consciencia de sí?
R. La consciencia de sí es un estado permanente. El recuerdo de sí es un experimento; un día puede ser afortunado y otro día, desafortunado. Puede ser más profundo o menos profundo.
P. ¿Puede hablársenos de las cosas que pueden hacemos retroceder?
R. Estamos hablando precisamente de esas cosas. Hay dos cosas que nos hacen retroceder: la ignorancia y la debilidad: no sabemos bastante y no somos bastante fuertes. La cuestión es cómo saber más. Mediante el estudio de sí: ese es el único método. Luego, viene la lucha con la identificación y la imaginación, las principales causas de la debilidad. Sólo que, en los casos individuales, estas cosas asumen diferente color. Lo que parece de un color para una
persona, parece de un color diferente para otra. Pero las cosas que nos hacen retroceder son más o menos las mismas.
P. ¿No hay nada entre la consciencia de sí y la identificación?
R. Están en diferentes niveles; usted no puede compararlas. No puede identificarse y ser consciente de sí: la presencia de una significa la ausencia de la otra. Todas las cosas están conectadas; ni una sola manifestación está separada; todas están conectadas con cierto orden de cosas.
P. Pienso que nunca tuve la idea correcta sobre la identificación. ¿Significa que las cosas nos controlan y no que nosotros controlamos a las cosas?
R. La identificación es algo muy difícil de describir, porque ninguna definición es posible. Tales como somos, nunca estamos libres de identificarnos. Si creemos que no nos identificamos con algo, estamos identificados con la idea de que no estamos identificados.
Usted no puede describir la identificación en términos lógicos. Tiene que encontrar un momento de identificación, atraparlo, y luego comparar las cosas con ese momento. La identificación está por doquier, en cada momento de la vida corriente. Cuando inicia la
observación de sí, algunas formas de identificación ya se toman imposibles. Pero en la vida corriente, casi todo es identificación. Es un rasgo psicológico muy importante que impregna toda nuestra vida, y no lo advertimos porque estamos en él. El mejor modo de entenderlo es hallar algunos ejemplos. Por ejemplo, si ve un gato con un conejo o un ratón, esto es identificación. Luego, encuentra en sí mismo analogías respecto de este cuadro. Sólo que debe
entender que está allí a cada momento, no en momentos excepcionales. La identificación es, en nosotros, un estado casi permanente. Debe poder ver este estado aparte de usted mismo,
separarlo de usted, y eso sólo puede hacerse tratando de volverse más consciente, tratando de recordarse, de ser más consciente de sí. Sólo cuando se vuelva más consciente de sí, usted podrá luchar con manifestaciones como la identificación.
P. Descubro que cuando estoy identificado, es casi siempre con cosas que están dentro de mí.
R. Tal vez esté en lo cierto; tal vez no lo esté. Tal vez piense que está identificado con una cosa, cuando en realidad lo está con una enteramente diferente. Esto no interesa para nada; lo qué interesa es el estado de identificación. En el estado de identificación, usted no puede sentir correctamente, ver correctamente, juzgar correctamente. Pero el sujeto de la identificación no es importante: el resultado es el mismo.
P. ¿De modo que cuál es el modo de vencer a la identificación?
R. Esa es otra cosa. Es diferente en diferentes casos. Primero, es necesario ver; luego, es necesario poner algo contra eso.
P. ¿Qué quiere decir con "poner algo contra eso"?
R. Limítese a volver su atención hacia algo más importante. Debe aprender a distinguir lo importante de lo menos importante, y si vuelve su atención hacia cosas más importantes, se identifica menos con cosas no importantes. Debe comprender que la identificación nuncapuede ayudarle; sólo confunde más las cosas y las vuelve más difíciles. Si comprende incluso eso, eso sólo puede ayudarle en algunos casos. La gente piensa que estar identificada la ayuda, no ve que eso sólo dificulta más las cosas. Eso carece de energía útil, sólo tiene energía destructiva.
P. ¿La identificación es principalmente emoción?
R. Siempre tiene un elemento emocional: una especie de perturbación emocional, pero a veces se convierte en un hábito, de modo que uno ni siquiera advierte la emoción.
P. Me doy cuenta que es importante ser emocional en el sentido correcto, pero cuando siento emocionalmente algo en el trabajo, pronto lo destruyo todo.
R. Sólo la identificación es destructiva. La emoción sólo puede dar nueva energía, nuevo entendimiento. Usted confunde identificación con emoción. No conoce la emoción sin identificación, de modo que, al principio, no puede visualizar una emoción libre de aquélla.
La gente piensa, a menudo, que habla de una función emocional cuando en realidad habla de identificación.
P. ¿No es posible, como somos ahora, tener algún sentimiento sin identificarnos?
R. Muy difícil, a no ser que empecemos a vigilarnos. Luego, fáciles géneros de identificación (quiero decir fáciles individualmente) responderán al tratamiento. Pero todos tienen sus propias especialidades en identificación. Por ejemplo, es fácil para mí no identificarme con la música, para otro tal vez sea muy difícil.
P. ¿Es posible el amor sin identificación?
R. Yo diría que el amor es imposible con identificación. La identificación mata todas las emociones, excepto las emociones negativas. Con la identificación sólo subsiste el lado desagradable.
P. ¿La no identificación significa aislamiento?
R. Por el contrario, el aislamiento significa identificación. La no identificación es absolutamente una cosa diferente.
P. ¿Si usted se identifica con una idea, cómo puede interrumpirla?
R. Primero, entendiendo lo que la identificación significa y, luego, intentando recordarse. Empiece con casos simples, entonces podrá encarar después los más difíciles.
P. ¿Cuándo se desarrolla el recuerdo de sí, se adquiere una especie de actitud desapegada, más libre de la identificación?
R. Una actitud desapegada en el sentido en que usted conoce mejor sus actitudes; sabe lo que le es útil y lo que no le es útil. Si no se recuerda, es fácil cometer, un error acerca de esto. Por
ejemplo, uno puede emprender alguna clase de estudio que en realidad es enteramente inútil. El recuerdo de sí ayuda a entender, y entender significa siempre traer algo a cierto centro.
Usted debe tener un punto central en todo su trabajo, en todas sus actitudes, y el recuerdo de sí es una condición necesaria para ello.
Debemos conversar más sobre la identificación si ésta no está clara.
Se clarificará más cuando encontremos dos o tres ejemplos buenos. Es cierto estado en el que usted está en poder de las cosas.
P. ¿Si miro atentamente y pienso profundamente, ¿esto significa que me identifiqué?
R. No, identificarse es otra cosa especial, significa perderse. Como dije, no es tanto una cuestión de con qué uno se identifique. La identificación es un estado. Debe entender que muchas cosas que atribuye a cosas fuera de usted, están realmente en usted. Tome el miedo, por ejemplo. El miedo es independiente de las cosas. Si usted está en un estado de miedo, puede tener temor de un cenicero. Esto ocurre a menudo en los estados patológicos, y un
estado patológico es sólo un estado corriente intensificado. Usted tiene miedo, y entonces elige de qué tener miedo. Este hecho le hace imposible luchar con estas cosas, porque están en usted.
P. ¿Podemos tener algún entendimiento con la identificación?
R. ¿En el sueño profundo, cuánto puede entender usted qué es la identificación? Si recuerda su objetivo, comprende su posición y ve el peligro del sueño, eso le ayudará a dormir menos.
P. ¿Cuál es la diferencia entre simpatía e identificación?
R. Es totalmente otra cosa; es una emoción normal y legítima, y puede existir sin identificación. Puede haber simpatía sin identificación y simpatía con identificación. Cuando la simpatía se mezcla con la identificación, a menudo termina en ira u otra emoción negativa.
P. Usted habló de perderse en la identificación. ¿A qué yo se refirió?
R. A todos, a todo. Identificarse es una idea interesantísima. Hay dos etapas en el proceso de identificarse. La primera etapa denota el proceso de identificarse; la segunda es una etapa en la que la identificación es completa.
P. ¿La primera etapa es absolutamente inofensiva?
R. Si atrae demasiado la atención y ocupa demasiado tiempo, conduce a la segunda.
P. Cuando se desea algo, ¿puede deseárselo sin identificación?
R. La identificación no es obligatoria. Es posible no perderse; perderse no es un elemento necesario.
P. ¿Es posible identificarse con dos cosas a la vez?
R. ¡Con diez mil! Es necesario observar y observar. Desde un punto de vista, la lucha con la identificación no es tan difícil, porque, si podemos verla, se torna tan ridícula que no podemos permanecer identificados. La identificación de los demás siempre parece ridícula, y la nuestra también puede llegar a serlo. La risa puede ser útil a este respecto, si podemos volcarla sobre nosotros mismos.
P. No puedo ver por qué la identificación es una cosa mala.
R. La identificación es una cosa mala si usted quiere despertar, pero si usted quiere dormir, entonces es una cosa buena.
P. ¿No se resentiría todo lo que hacemos si cuidásemos que nuestras mentes permaneciesen despiertas en vez de atender a lo que estamos haciendo?
R. Ya he explicado que es todo lo contrario. Cuanto hagamos, podemos hacerlo bien únicamente mientras estemos despiertos. Cuanto más dormidos estamos, peor cumplimos lo que estamos haciendo: no hay excepciones. Considere esto académicamente, simplemente como una palabra, pero entre el sueño profundo y el despertar completo hay diferentes grados, y usted pasa de un grado al otro.
P. Si nos sentimos más despiertos, ¿no deberíamos exigir al máximo a estos momentos?
R. ¿Cómo podemos exigirlos al máximo? Estos momentos son demasiado cortos aunque tengamos vislumbres. Sólo podemos tratar de no olvidarlos y actuar de acuerdo con estosmomentos. Esto es todo lo que podemos hacer.
P. ¿Puede decirse que la identificación es estar aferrado por algo, sin ser capaz de librarse de una idea que hay en la mente?
R. Estar aferrado por las cosas es un caso extremo. Hay muchas identificaciones pequeñas que son dificilísimas de observar, y éstas son las más importantes, porque nos mantienen mecánicos. Debemos comprender que siempre pasamos de una identificación a otra. Si un hombre mira a la pared, se identifica con la pared.
P. ¿La identificación cómo difiere de las asociaciones?
R. Las asociaciones son otra cosa; pueden ser controladas o menos controladas, pero nada tienen que ver con la identificación. Diferentes asociaciones son necesarias como parte del
pensar; definimos las cosas por asociaciones y lo hacemos todo con la ayuda de las asociaciones.
P. No puedo ver por qué un "yo" cambia. ¿La causa puede verse siempre en alguna identificación?
R. Eso es siempre por las asociaciones. Cierta cantidad de "yoes" trata de abrirse camino hacia el frente, de modo que tan pronto uno se pierde en uno de ellos, es reemplazado por otro.
Pensamos que los "yoes" son tan sólo cosas pasivas, indiferentes, pero las emociones, las asociaciones y los recuerdos trabajan siempre. He aquí porqué es útil detener el pensar, incluso ocasionalmente, como ejercicio. Entonces usted empezará a ver cuan difícil es hacerlo. Su pregunta demuestra que nunca lo intentó; de otro modo, lo sabría.
P. ¿La concentración es identificación?
R. La concentración es acción controlada; la identificación lo controla a usted.
P. ¿La concentración es posible para nosotros?
R. Hay grados. La concentración intencional, durante media hora, es imposible. Si pudiéramos concentramos sin ayuda externa, estaríamos conscientes. Pero todo tiene grados.
P. ¿El comienzo de una nueva observación es identificación con el objeto que usted observa?
R. La identificación ocurre cuando usted es rechazado o atraído por algo. El estudio o la observación no producen necesariamente la identificación, pero la atracción y el rechazo lo producen siempre. Asimismo, usamos un lenguaje demasiado fuerte, y esto produce
automáticamente la identificación. ¡Tenemos tantos aparatos automáticos de esta clase!
P. ¿Qué puedo hacer respecto a la identificación? Siento que, en cualquier cosa que hago, me pierdo. No parece posible que sea diferente.
R. No, es posible. Si tiene que hacer algo, ha de hacerlo, pero puede identificarse más o identificarse menos. En eso no hay nada sin esperanzas, mientras recuerde aquello. Trate de observar; no siempre se identifica hasta el mismo punto; a veces, se identifica de modo que no puede ver nada más; en otras ocasiones puede ver algo. Si las cosas fuesen siempre las mismas, para nosotros no habría posibilidad, pero aquéllas siempre varían en grado de
intensidad, y eso da un posibilidad de cambio. Todo lo que hacemos, hemos de aprenderlo por adelantado. Si desea manejar un auto, ha de aprender de antemano. Si ahora trabaja, con el tiempo tendrá más control.
P. ¿Por qué está mal absorberse por completo en el propio trabajo?
R. Será un mal trabajo. Si se identifica, jamás puede obtener buenos resultados. Una de nuestras ilusiones es pensar que debemos perdernos para obtener buenos resultados, pues de este modo sólo obtenemos pobres resultados. Cuando uno se identifica, no existe; sólo existe la cosa con la que uno está identificado.
P. ¿El objetivo de no identificarse es librar a la mente del objeto?
R. El objetivo es despertar. Identificarse es un rasgo del sueño; la mente identificada está dormida. Librarse de la identificación es uno de los lados del despertar. Es absolutamente posible un estado en el que identificarse no exista, pero no (o observamos en la vida y no advertimos que estamos constantemente identificados. La identificación no puede desaparecer por sí misma; es necesaria la lucha.
P. ¿Cómo puede uno despertar si la identificación es universal?
R. Uno sólo puede despertar como resultado del esfuerzo, o de la lucha contra eso. Pero primero debe entender qué significa identificarse. Igual que en todo lo demás, también en la identificación hay grados. Al observarse, uno descubre cuándo está más identificado, menos identificado o no identificado para nada. Si uno quiere despertar, debe y puede librarse de la identificación. Como somos, en cada momento de nuestra vida estamos perdidos, nunca somos libres, porque nos identificamos.
P. ¿Puede dar un ejemplo de identificación?
R. Nos identificamos todo el tiempo, he aquí por qué es difícil dar un ejemplo. Por ejemplo, tome los gustos y rechazos; todos ellos significan identificación, especialmente el rechazo. No pueden existir sin la identificación, y generalmente no son sino identificación. Habitualmente, la gente imagina tener más rechazos de los que en realidad tiene. Si los investiga y analiza, probablemente descubrirá que sólo siente desagrado por una o dos cosas. Cuando estudié eso, hubo sólo un rechazo real que pude hallar en mí mismo. Pero usted debe hallar sus propios ejemplos; esto deberá ser verificado mediante experiencia personal. Si en un momento de fuerte identificación usted trata de detenerla, verá la idea.
P. ¡Pero todavía no entiendo qué es!
R. Intentémoslo desde el lado intelectual. ¿Comprende que no se recuerda? Trate de ver que no puede y descubrirá que la identificación se lo impide. Entonces verá qué es. Todas estas
cosas están conectadas.
P. ¿La no identificación es el único modo de saber qué es la identificación?
R. No, como expliqué, mediante la observación de ella, porque no es siempre la misma. No advertimos la temperatura de nuestro cuerpo salvo cuando aquélla llega un poco más arriba o
más abajo de lo normal. Del mismo modo, podemos advertir la identificación cuando ésta es más fuerte o más débil de lo usual. Mediante la comparación de estos grados podemos ver qué es.
P. En la lucha con la identificación, ¿es necesario saber porqué uno está identificado?
R. Uno está identificado no por alguna razón o propósito particular sino, en todos los casos, porque no puede impedirlo. ¿Cómo puede saber usted por qué se identifica? Pero usted debe saber por qué lucha. Esta es la cosa. Si no olvida la razón del porqué, será diez veces más afortunado. Muy a menudo empezamos a luchar y luego olvidamos por qué. Hay muchas formas de identificación, pero el primer paso es verla; el segundo paso es luchar con ella para librarse de ella. Como dije, es un proceso, no un momento; estamos en él todo el tiempo. Gastamos nuestra energía de modo equivocado sobre la identificación y las emociones negativas; son espitas abiertas desde las cuales nuestra energía fluye hacia afuera.
P. ¿Uno puede cambiar de repente la energía de la ira en alguna otra cosa? En estos momentos uno tiene una energía tremenda.
R. Uno tiene una energía tremenda, y ésta trabaja por sí misma, sin control, y hace que uno actúe de cierto modo. ¿Por qué? ¿Cuál es el nexo conector? La identificación es el nexo.
Interrumpa la identificación y tendrá esta energía a su disposición. ¿Cómo puede hacer esto? No de inmediato; esto necesita práctica en momentos más tranquilos. Cuando la emoción es fortísima, usted no podrá hacerlo. Es necesario saber más, estar preparado. Si sabe cómo no identificarse en el momento correcto, tendrá gran energía a su disposición. Lo que usted haga con ella es otra cosa; puede perderla otra vez en algo absolutamente inútil. Pero esto requiere
práctica. Usted no puede aprender a nadar cuando se cae al agua durante una tormenta: debe aprender en aguas calmas. Entonces, si cae al agua, tal vez pueda nadar.
Lo repito nuevamente: es imposible estar consciente si usted está identificado. Esta es una de las dificultades que sobreviene después, porque las personas tienen algunas identificaciones favoritas a las que no quieren renunciar, y al mismo tiempo dicen que quieren estar conscientes. Ambas cosas no pueden marchar juntas. En la vida hay muchas cosas incompatibles, y la identificación y la consciencia son dos de las más incompatibles.
P. ¿Cómo puede uno evitar la reacción que llega después de sentirse muy entusiasmado? ¿Esto se debe a la identificación?
R. Sí, esta reacción viene como resultado de la identificación. La lucha con la identificación impedirá que esto suceda. Lo que produce la reacción no es lo que usted llama entusiasmo,
sino la identificación. A la identificación siempre la sigue esta reacción.
P. ¿El hombre aburrido no se identifica con nada?
R. El aburrimiento es también identificación: una de las más grandes. Es la identificación con uno mismo, con algo en uno mismo.
P. Me parece que no puedo estudiar a una persona sin perderme en ella; sin embargo, entiendo que esto está equivocado.
R. Es una idea equivocada que uno no pueda-estudiar a una persona u otra cosa sin perderse. Si usted se pierde en algo, no puede estudiarlo. Identificarse es siempre un elemento debilitante: cuanto más se identifica, peor es el estudio y más pequeños los resultados.
Tal vez recuerde que en la primera disertación dije que identificarse con la gente toma la forma de considerar. Hay dos clases de consideración: la interna y la externa. La consideración interna es la misma que la identificación. La consideración externa requiere
cierta cantidad de recuerdo de sí; significa tener en cuenta las debilidades de los demás, ponerse en lugar de éstos. En la vida, esto se describe a menudo con la palabra "tacto"; sólo que el tacto puede ser educado o accidental. La consideración externa significa control. Si aprendemos a usarla conscientemente, nos brindamos una posibilidad de control. La consideración externa es cuando sentimos que las personas no nos dan bastante; no nos aprecian bastante. Si uno considera internamente, pierde momentos de consideración externa. La consideración externa debe ser cultivada; la consideración interna debe ser eliminada. Pero primero observe y vea cuan a menudo usted pierde momentos de consideración externa y qué enorme papel representa la consideración interna en la vida. El estudio de la consideración interna, de la mecanicidad, de la mentira, de la imaginación, de la identificación, demuestra que todas nos pertenecen, que siempre nos hallamos en estos estados. Cuando usted ve esto, comprende la dificultad de trabajar sobre uno mismo. Tal como usted es, no puede empezar a obtener algo nuevo; verá que primero deberá fregar la máquina hasta limpiarla; está demasiado cubierta de óxido. Pensamos que somos lo que
somos. Lamentablemente no somos lo que somos sino lo que hemos de llegar a ser; no somos seres naturales. Estamos demasiado dormidos, mentimos demasiado, vivimos demasiado en la
imaginación, nos identificamos demasiado. Pensamos que tenemos que enfrentar a seres reales, pero en realidad tenemos qué enfrentar a seres imaginarios. Todo lo que sabemos sobre nosotros es imaginario. Debajo de toda esta aglomeración, el hombre es absolutamente diferente. Tenemos muchas cosas imaginarias que debemos desechar antes que podamos llegar a las cosas reales. Mientras vivamos en las cosas imaginarias, no podremos ver el valor de las reales; y cuando lleguemos a las cosas reales en nosotros, podremos ver qué es real fuera de nosotros. Tenemos en nosotros demasiado crecimiento accidental.
P. ¿Si uno se retirara del mundo, vencería con seguridad la identificación, la consideración y la emoción negativa?
R. Esta pregunta se formula a menudo, pero uno no puede estar para nada seguro de que esto sería más fácil. Además, usted puede encontrar descripciones en la literatura sobre cómo las personas alcanzaron un grado elevadísimo de desarrollo en el retiro, pero, cuando se pusieron en contacto con otras personas, perdieron de inmediato todo lo que habían ganado. En las escuelas del Cuarto Camino se descubrió que las mejores condiciones para el estudio y el trabajo sobre uno mismo son las condiciones corrientes del hombre, porque, desde un punto de vista, estas condiciones son más fáciles, y, desde otro punto de vista, son dificilísimas. De modo que, si un hombre obtiene algo en estas condiciones, lo mantendrá en-todas las condiciones, mientras que si lo obtiene en condiciones especiales, lo perderá en otras condiciones.
P. Por favor, ¿podría decir nuevamente qué es la consideración interna y qué es la consideración externa?
R. La consideración externa es una forma de recuerdo de sí en relación con las personas. Tome en consideración a otras personas y haga, no lo que es agradable para usted, sino lo quees agradable para ellas. Esto significa que deberá sacrificarse, pero eso no significa sacrificio de sí. Significa que en relación con las personas, usted no deberá actuar sin pensar. Primero debe pensar, y luego actuar. Su pensamiento le demostrará que, con mayor frecuencia de la acostumbrada, si esta persona prefiriera que usted actuara de una manera y no de otra, para usted es totalmente lo mismo, de modo que ¿por qué no hacer lo que a aquélla le gusta? De manera que la idea del sacrificio no entra en esto. Pero si para usted no es lo mismo, esa es una cuestión enteramente diferente. Qué es mejor para usted, qué es mejor para ellos, quiénes son esas personas, qué quiere usted de ellas, qué quiere hacer por ellas: todo esto entra en eso. Pero la idea es que, en relación con las personas, las cosas no deben suceder mecánicamente, sin pensar. Usted debe decidir su curso de acción. Esto significa que usted no camine sobre la
gente sin verla. Y la consideración interna significa que camina sobre ella sin advertirla. Tenemos demasiada consideración interna y no demasiada consideración externa. La consideración externa es importantísima para el recuerdo de sí. Si no hemos obtenidobastante
de ella, no podemos recordarnos.
P. ¿Esto es lo mismo que entender a las personas?
R. No, usted puede entender a las personas sólo en la medida en que se entienda a usted mismo. Es entender sus dificultades, entender lo que quieren, vigilar la impresión que usted produce en las personas y tratar de no producir una mala impresión.
P. ¿Usted diría que la bondad es consideración externa?
R. Lo que usted conoció en la vida no es consideración externa. Es necesario entender el principio y crear normas para uno mismo. Con la ayuda de la consideración externa, usted controla la impresión que desea producir. Con la consideración interna desea producir una impresión y produce una diferente.
P. La consideración externa me parece muy distante.
R. Debe ser aquí, hoy. Si permanece muy distante, usted permanece muy distante de usted mismo.
P. ¿La consideración externa implica la capacidad de desempeñar un rol consciente?
R. Sí, pero hay diferentes grados. La consideración externa es sólo el comienzo; representar un rol consciente significa mucho más.
P. ¿Y qué es la consideración interna?
R. Sentir que las personas no le pagan bastante; hacer cuentas; sentirse siempre defraudado, inadecuadamente pagado.
P. Encuentro dificilísimo interrumpir la consideración interna. ¿Hay alguna técnica especial que se emplee contra esto?
R. No, no hay una técnica especial: sólo el entendimiento y los puntos de vista correctos. Observe más. Tal vez encuentre momentos libres de consideración y vea cómo empezar a
luchar con ella y estudiarla. Es mecánica, una actitud mecánica, lo mismo que la identificación.
P. ¿La autojustificación es siempre una manifestación de la consideración interna?
R. Está conectada con ella, pero es otra cosa. La consideración interna no necesita justificación alguna. Uno debe tener una razón para justificar, pero si uno está en la consideración interna, siempre la justifica. La consideración interna significa identificación; la
consideración externa significa lucha con la identificación. La consideración interna es mecánica; (a consideración externa significa, por lo menos, atención. De modo que, mediante
la práctica de la no identificación, mediante el intento de controlar la atención, usted halla muchas oportunidades de estudiar la consideración externa y, si encuentra ejemplos, tal vez encuentre métodos para luchar con la consideración interna y transformarla en la práctica de la consideración externa. Por ejemplo, hablamos de alguien de quien usted quiere obtener algo. Digamos que él sabe algo y usted quiere que él le diga qué sabe. Entonces, deberá hablar
de modo que a él le agrade, no discutir, no oponérsele. La consideración externa es siempre práctica.
P. ¿La consideración interna significa considerarse demasiado?
R. Siempre toma la forma de un regateo interior, de pensar que los demás no lo consideran bastante a usted. Es importantísimo entender la consideración interna. Hay tantas formas sutiles de ella que no advertimos, y sin embargo nuestra vida está llena de ella.
P. ¿El deseo de ser notado es consideración?
R. Tanto el deseo de ser notado como de no ser notado es consideración. Hay muchos estados psicológicos, que la psicología corriente no puede explicar ni describir, que dependen de la
identificación y la consideración.
P. ¿Cómo es mejor pensar en la consideración interior?
R. Usted debe tratar, en los momentos libres, de pensar correctamente en ella. Cuando usted está considerando, es demasiado tarde. Debe pensar en casos típicos de consideración, en lo que la produce, y luego, tener un punto de vista correcto sobre ella, comprender cuan inútil y ridícula es. Luego, compárela con la consideración externa, y trate de no olvidarla. Si hace esto, puede recordarla cuando llegue un momento de consideración, y quizá no llegue. Lo que es realmente importante es pensar sobre la consideración cuando usted está libre de ella, y no justificarla ni ocultarla de usted.
P. Cuanto más trato de trabajar, más me parece considerar internamente. Esto parece dificilísimo de encarar.
R. La consideración no puede crecer si usted trabaja, sólo se torna más visible. Y eso significa que disminuye, pues no puede ser vista sin esa disminución. El hecho de que usted la advierta demuestra que ella se volvió menos fuerte. Esta es una ilusión natural, la misma que cuando uno siente que no entiende mientras antes entendió. Esto significa que uno empieza a entender. La primera duda sobre el propio entender significa ya cierto entendimiento.
P. ¿Uno puede pensar en la identificación como un estado negativo que sólo puede sercausado por las emociones negativas?
R. No, de ningún modo es así. La identificación es un elemento necesario en toda emociónnegativa; usted no puede tener una emoción negativa sin identificación. De modo que el
estudio de la identificación y la lucha contra la identificación son armas poderosísimas en la lucha con las emociones negativas. A veces, usted no puede luchar directamente con las emociones negativas, pero tratando de no identificarse, usted disminuye su poder, pues todo el poder de las emociones negativas radica en la identificación y la imaginación. De modo que cuando separa la identificación y la imaginación, la emoción negativa prácticamente
desaparece, o en cualquier caso, cambia.
P. ¿De modo que para luchar contra las emociones negativas mismas tenemos que observar más y trabajar contra la fuerte identificación con la emoción?
R. Sí. Después hablaremos de los métodos de lucha con las emociones mismas, porque hay muchos y muy definidos métodos,, diferentes para emociones diferentes; pero primero debemos luchar con la imaginación negativa y la identificación. Esto es absolutamente suficiente para destruir muchas de las emociones negativas usuales: en cualquier caso. para hacerlas mucho más livianas. Usted debe empezar con ésto, porque sólo es posible empezar usando métodos más fuertes cuando usted puede luchar con la identificación hasta cierto punto, y cuando ya detuvo la imaginación negativa. Eso debe interrumpirse por completo. Es
inútil estudiar otros métodos hasta que eso esté hecho. Usted puede detener la imaginación negativa; y hasta el estudio de la identificación ya la disminuirá. Debe tratar de evitar la
identificación tan a menudo como pueda, no sólo en relación con las emociones negativas sino también en relación con todo. Si crea en usted la capacidad de no identificarse, eso afectará a estas emociones y advertirá que empiezan a desaparecer. La identificación es la atmósfera en la que viven las emociones negativas, y no pueden vivir sin ella.
P. ¿Podemos tener algunas reglas o guía para adherir a ellas en las condiciones de la vida corriente?
R. Trate de recordarse, trate de no identificarse. Esto producirá inmediatamente un efecto en la vida corriente. ¿En qué consiste la vida? En emociones negativas, identificación, consideración, mentira, sueño. El primer punto es: ¿cómo recordarse» cómo estar más consciente? Y entonces hallará que las emociones negativas son uno de los principales factores que nos capacitan para recordarnos. De modo que una cosa no puede ir sin la otra.
Usted no puede luchar con las emociones negativas sin recordarse más, y no puede recordarsemás sin luchar con las emociones negativas. Si recuerda estas dos cosas, entenderá todo mejor. Trate de mantener en la mente estas dos ideas, que están conectadas.
P. Tuve un problema que me preocupó. Traté de recordarme y durante un corto tiempo entré en un estado en el que no era posible preocuparme más, y al mismo tiempo mi sentido de los valores cambió en general. Este estado no duró mucho, pero el problema, al replantearse, no asumió nuevamente la importancia que antes tuviera. Encuentro dificilísimo recapturar este estado.
R. Correctísimo. Continúe observando y descubrirá que en usted hay un lugar en el que está tranquilo, calmo, y nada puede perturbarle: sólo que allí es difícil hallar el camino. Pero si lo
hace varias veces, podrá recordar algunos de los pasos, y por los mismos pasos puede llegar otra vez allí. Sólo que no puede hacerlo después de una sola experiencia, pues no recordará el camino. Este lugar tranquilo no es uña metáfora: es una cosa muy real.
P. ¿Es el estado al que se llega cuando uno se recuerda, porque todo parece pacífico entonces y uno realmente parece estar consciente de uno mismo?
R. Sí, puede considerarlo de ese modo.
P. He tratado de alcanzarlo otra vez mediante el intento de recordarme, pero no pude hallarlo.
R. Si se encuentra en él otra vez, trate de recordar cómo llego allí, pues a veces sucede que
uno halla este lugar y pierde el camino que lleva allí; luego, uno lo encuentra y pierde nuevamente el 
camino. El camino a este lugar es muy difícil de recordar.

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